У нас вы можете посмотреть бесплатно Reencarnada, me fui con mi hija, abrí una tienda y viví felizmente, mientras a él lo despidieron... или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
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#novela #lovestory #cdrama Historia 1: Mi marido pasó la mitad de su vida enredado con su cuñada viuda, con el pretexto de “cuidar a una viuda solitaria”. Cuando supe la verdad, tenía casi sesenta años; ya sentía como si gran parte de mi vida hubiera quedado en la tumba. El hijo que crié con tantos años de esfuerzo no entendía por qué yo “armaba tanto alboroto” después de soportar tanto durante tanto tiempo. Incluso mi nuera, siendo ella también mujer, me acusaba de exagerar, instándome a darme prisa y preparar el desayuno para que mi nieto no llegara tarde a la escuela. Aun así firmé los papeles del divorcio sin dudar — y morí en el camino de reencontrarme. Cuando volví a abrir los ojos, tenía treinta y tres años — y por segunda vez pedí el divorcio. Historia 2: En el segundo semestre del último año, la chica más rica confesó sus sentimientos a su amigo de la infancia. Él no la aceptó; en su lugar me buscó a mí, la chica que siempre le había gustado, y me confesó públicamente. Creí que realmente le gustaba y, en mi ingenua creencia, hice todo tipo de tonterías con él, dejando que mis notas se desplomasen y cayendo del pedestal de la mejor estudiante. Hasta la graduación, cuando el amigo de la infancia y la heredera exitosa —a quien se le había concedido un puesto en una escuela prestigiosa— anunciaron oficialmente su relación. Lo oí consolándola a ella y menospreciándome a mí. “Leí su diario. Ella me ha querido durante más de diez años, pero es de esas que me lamen las botas. ¿Quién querría a alguien así?” “Estoy con ella para lograr que renuncie al puesto que le dieron. Le prometí a nuestros padres que no afectaría tus notas; si no puedo hacer eso, ¿cómo aceptarían casarme contigo?” Vagué sin rumbo hasta que un coche me atropelló y morí. Cuando volví a abrir los ojos, era el mismo día en que él me confesó. Lo vi levantar flores con pasión, declarando su amor. Le di una bofetada en la cara.