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Informe Masacre del Bar Oporto en Envigado por Santiago Salazar 34 años de denuncia y persecución

Llevo estudiando este caso desde el momento mismo en que sucedió. Allí murió mi hermano Juan Pablo Salazar junto a otros 22 hombres jóvenes, la mayoría estudiantes de universidad y otros que estaban terminando el bachillerato, sumado a los trabajadores del Bar. Entre ellos se encontraba un médico quien falleció esa misma noche. Había varios estudiantes de medicina de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, siete en total. Varios estudiantes de la universidad Eafit. Ninguno de los fallecidos tenía antecedentes penales, algunos eran hijos de importantes comerciantes y profesionales. Mi investigación me ha llevado a concluir con plena certeza que el crimen fue perpetrado por las autoridades colombianas en connivencia con el Cartel de Cali. Tan obvio fue el desastre que desaparecieron los peritajes, el informe de balística donde se concluyó que se habían encontrado cerca de mil casquillos de las balas disparadas, así como los testimonios de los sobrevivientes. A los ocho días de perpetrada la masacre desmantelaron el equipo de investigadores asignado al caso, le echaron tierra y lo sepultaron en el olvido hasta nuestros días. En Oporto aquella noche del 23 de junio de 1990 los Policías no atendieron a los jóvenes que aún estaban con vida, los dejaron morir sobre la hierba del parqueadero, tal cual lo aseguran algunos de los vecinos del lugar, quienes se personaron en el sitio para tratar de ayudar, fueron maltratados y amenazados y ante su insistencia para que auxiliaran a los jóvenes que aún estaban con vida, uno de los policías les gritó: "No vamos a ensuciar nuestros vehículos con la sangre de esos riquitos hps". A otras víctimas como un camarero que sobrevivió a la masacre y el administrador del bar les dieron un paseo luego de arrojarlos como costales en el volco de una camioneta y en vista de la gravedad de las heridas se los llevaban a dar vueltas esperando a que se desangrasen Al ver que no morían los llevaron al hospital. Debido a esa negligencia el administrador Reinaldo Serna quedó cuadrapléjico. De esa magnitud fue el accionar criminal de los policías aquella noche pues sabían muy bien a lo que iban. Reinaldo fallecería años después de una intensa y penosa lucha por sobrevivir. El Estado nunca le reconoció a él y a su familia como víctima, ni lo visitó ni respondió por lo sucedido. A mí me han amenazado, sufrí dos atentados y otra intentona. Ponían gente para que me intimidaran y buscaban atentar contra mi vida haciendo parecer que se trataba de delincuencia común, el mismo modus operandi utilizado contra otras personas para lavarse las manos, igual que hicieron con la masacre cuando dijeron desde la unidad de Víctimas que la masacre había sido un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales por el negocio del narcotráfico. No tuve más remedio que irme del país en el año 2000 pero siempre con la idea de desenmascarar este hecho vil y cobarde. Incluso estando fuera de Colombia cuando creé el blog Jinete de la Apoteosis recibí más de 50 amenazas a través del correo electrónico y me tocó activar un filtro para esos comentarios. Los asesinos entraron y salieron a través de cinco anillos de seguridad y nadie los vió y mucho menos los detuvo. Alrededor de 20 hombres fuertemente armados con armas y munición que curiosamente coincidía con la utilizada por los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado de esa época. A día de hoy no hay nadie sindicado por el hecho criminal. Los ejecutores tenían disciplina militar y respondían a la voz de un líder muy diferente al accionar de los supuestos sicarios que dicen perpetraron la masacre. Calzaban las mismas botas que usaban el ejército y la policía, iban encapuchados, algunos con pasamontañas, otros con pañoletas, todos vestidos de negro. No hablaban entre ellos, sólo obedecían a un hombre que parecía ser su líder quien ordenó: "Maten a esos hps y rematen a esos hps" Un hombre de ruana y sombrero. tenían perfectamente estudiado el lugar, entradas, salidas. Esto y más información será publicada para que la gente conozca la verdad acerca de este hecho. Como este sucedieron 54 masacres más en iguales condiciones. En ninguna de las cincuenta y cuatro masacres se encontró entre las víctimas un arma. seguiremos informando. Me entrevisté con sicarios de Pablo escobar y antes que nada me dieron las condolencias y me repitieron que no investigara que habías sido la DIJIN. Las familias que preguntaban fueron amenazadas, hasta la misma gente que trabajaba en la Policía conocidos y allegados de los familiares de las víctimas les aconsejaron dejar eso así porque la orden venía de muy arriba. Contacto: [email protected] Más info: https: https://jinetedelapoteosis.wordpress.... #documental #LaMasacredelBarOporto #JinetedelaApoteosis