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Complicaciones de sonda en uretra masculina.

Los problemas con una sonda en la uretra masculina pueden incluir infecciones urinarias, sangrado, lesiones uretrales, estenosis uretral (estrechamiento de la uretra) y problemas con el flujo de orina. También pueden ocurrir alergias al material de la sonda, cálculos vesicales y, en casos raros, daño renal o cáncer vesical si la sonda se usa durante un tiempo prolongado. Elaboración: Infecciones urinarias (ITU): La complicación más común es la infección del tracto urinario (ITU), que puede ocurrir si la sonda se deja durante mucho tiempo o no se mantiene correctamente. Los síntomas de una ITU pueden incluir fiebre, orina turbia o con mal olor, dolor en el abdomen o la espalda, y micción frecuente. Sangrado: Es posible que se produzca sangrado en la uretra durante la inserción de la sonda o debido a una irritación o lesión. Lesiones uretrales: En casos raros, la inserción de la sonda puede causar lesiones en la uretra, que pueden incluir roturas, contusiones o estrechamiento. Estenosis uretral: La estenosis uretral es el estrechamiento de la uretra, que puede ocurrir debido a cicatrices o inflamación después de una lesión o cirugía. Los síntomas pueden incluir dificultad para orinar, flujo de orina débil y necesidad frecuente de orinar. Problemas con el flujo de orina: La sonda puede causar obstrucción o problemas con el flujo de orina si no está correctamente posicionada o si se forman cálculos en la vejiga. Alergias: Algunas personas pueden ser alérgicas al látex o a otros materiales de la sonda, lo que puede causar irritación o erupciones en la piel. Cálculos vesicales: La sonda puede favorecer la formación de cálculos en la vejiga, lo que puede causar dolor y dificultad para orinar. Daño renal y cáncer vesical: En casos raros, el uso prolongado de sondas permanentes puede causar daño renal o aumentar el riesgo de cáncer vesical. Es importante: Si experimenta alguno de estos síntomas o tiene preocupaciones sobre su sonda, debe consultar a un profesional de la salud lo antes posible. Siguiendo las instrucciones de higiene y cuidado de la sonda proporcionadas por su médico, puede ayudar a prevenir la mayoría de las complicaciones. Si la sonda no está drenando adecuadamente, debe notificar a su médico de inmediato. Es importante cambiar la sonda regularmente según las instrucciones de su médico. Si la sonda está causando dolor o molestias, debe consultar a su médico para evaluar si es necesario realizar algún cambio.