Besó a su Amante en PÚBLICO y no Dije NADA pero mi Silencio Acabó con su MUNDO скачать в хорошем качестве

Besó a su Amante en PÚBLICO y no Dije NADA pero mi Silencio Acabó con su MUNDO

Cuando la estudiante de intercambio Emily deslizó un preservativo súper delgado 001 en el bolsillo de Ethan, yo lo vi. Ella se quedó paralizada del susto, separando los labios como si buscara desesperadamente una explicación. “Oye, no lo malinterpretes”, soltó de golpe. “No planeo usar esto con tu amiga de la infancia”. Emily se apresuró a explicarse. “Nos quedamos sin membranas de látex para el experimento, así que usamos esto como sustituto. No le des tantas vueltas”. Ethan asumió que yo estaba a punto de armar otra escena. Una mezcla de irritación impotente le frunció el ceño, pero yo simplemente bajé la cabeza, inexpresiva, y seguí estudiando. Él no sabía que el día en que él y la estudiante de intercambio compartieron un solo helado, yo ya había decidido irme al extranjero. Desde mi punto de vista, llevaba tiempo fuera de competencia. “De verdad lo usábamos para el experimento, Ava. No seas irrazonable”, dijo Emily. Yo aún no había dicho ni una palabra. Ethan ya se había puesto a la defensiva, frotándose las sienes como si se preparara para una discusión pegajosa de mi parte. La verdad es que no estaba prestando atención a nada de eso. Solo levanté la vista porque estaban haciendo ruido y arruinando mi práctica de listening. Pensé en la frase que acababa de perder, retrocedí la barra de progreso, bajé la cabeza y empecé de nuevo. Ethan se detuvo, desconcertado por un momento. Entonces Emily le dio un codazo firme. “Parece que tu pequeña amiga de la infancia cambió de táctica”, se burló. “Vio que empujarte no funciona y ahora se hace la interesante. Anda, está haciendo pucheros y esperando que la consueles”. Ethan chasqueó la lengua. “¿Consolarla? ¿Qué se cree? Ahora es mi esposa. Si alguien va a consolar a alguien, ve tú”. “Qué duro”, rió Emily. “Cuidado, o tu chica podría ignorarte para siempre”. La mirada de Ethan se posó en la coronilla de mi cabeza. “Ojalá lo logre”, dijo con frialdad. Emily resopló. “Ethan, de verdad no sabes mostrar un poco de ternura”.