У нас вы можете посмотреть бесплатно Campanopolis, una aldea medieval en Buenos Aires или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
Por increíble que parezca, se encuentra en González Catán, en medio del partido de La Matanza en Buenos Aires Hace unos años falleció su creador, Antonio Campana, un excéntrico empresario gastronómico con increíble imaginación. Con mucho esfuerzo son sus hijos quienes se ocupan de mantener en pie esta ciudadela en la que jamás vivió nadie, donde no se sabe con exactitud cuántas construcciones hay (pero sí se sabe que hay 836 llaves) y que ocupa nada menos que 20 hectáreas, en un terreno de algo más de 200, que posee llanuras, bosques selváticos, ríos, arroyos y lagos. Repleta de castillos, torres, callejones con recovecos, molinos, y casitas que parecen salidas de un cuento de los hermanos Grimm, Campanópolis es un pequeño hermoso mundo desconocido hasta para los propios vecinos. La ciudad, bautizada Campanópolis por el historiador Alfonso Corso, amigo de Campana, se construyó a fuerza de improvisación y creatividad de este hijo de inmigrantes, que en 1977 compró los terrenos con la idea de criar ganado. Pero la CEAMSE se los expropió en 1980 para utilizarlos como un enorme basural. Cuando Campana finalmente recuperó las tierras, en el año 85, el predio era inutilizable para ganado o cultivos. Al mismo tiempo, a Campana se le diagnosticó un tumor, y decidió entonces desprenderse de sus empresas y consagrarse a su sueño. Las vueltas del destino quisieron que Campana viviera 24 años más. Tiempo que invirtió en nivelar y quitar de sus tierras los más de 2 millones de metros cúbicos de basura, plantar más de 10.000 árboles y abocarse de lleno a su emprendimiento. De esta manera, Campanópolis se fue edificando y decorando con materiales de demolición, piezas antiguas, y mil y un elementos que otros habrían considerado inútiles. Cabe destacar que Campana no era arquitecto ni contrataba arquitectos ni trabajaba con planos de arquitecto.