17. Mi Soñar - Rosa Guzmán - Diosa de Ebano del Perú скачать в хорошем качестве

17. Mi Soñar - Rosa Guzmán - Diosa de Ebano del Perú

Escúchalo en Apple Music: https://itun.es/pe/-zOp7 Escúchalo en Spotify: https://open.spotify.com/album/64y97u... Rosa Guzmán, es sin duda alguna, una de las últimas exponentes del criollismo peruano, en el concepto más amplio y puro de nuestro acervo musical. Dotada de una imponente voz y acompañada de una sensibilidad innata, Rosa Guzmán nos entrega esta joya que no tiene comparación ni conoce límites, porque huyendo del concepto de popularidad comercial, ella ha preferido rescatar creaciones olvidadas o poco conocidas de nuestro rico folklore. Este es el disco que faltaba para completar el círculo virtuoso de nuestro criollismo, el eslabón perdido de una historia que se resiste a ser olvidada, de unos autores que gracias a Rosa Guzmán, siguen vivos entre nosotros. Con la colaboración del gran músico y arreglista Gustavo Urbina, Rosa Guzmán nos trae del pasado verdaderos tesoros escondidos, como son por ejemplo: Quebranto, Cuando Habló el Corazón, Así Te Quiero, Melodías del Corazón, Sensible, Tu Nombre y el Mío, entre muchos más. Así como hay películas que no nos cansamos de ver, libros que no podemos dejar de leer una y otra vez, así también existen discos que nos acompañarán siempre, como es el que les presentamos en esta ocasión: Rosa Guzmán, la Rosa de Ébano del Perú. Síguenos en Nuestras Redes Sociales: Facebook:   / musicmgp1   Twitter:   / musicmgp1   Tema: Mi Soñar Autor: César Santa Cruz Mirar sin ver, oír sin sentir nada, soñar despierto sin precisar qué, vagar flotando en un inmenso océano de imprecisos recuerdos por nacer. Llevar la mente hacia un mundo lejano, dejar sus cuitas donde nadie ve, y así sentir que se apodera el alma, de algo que estuvo cerca y que no pudo ser. Y así sentir que se apodera el alma, de algo que estuvo cerca y que no pudo ser. Cual cuentas de un rosario, se deslizan las horas, en los dedos de acero de un reloj de pared y en la oración del tiempo, la luz ya se hizo sombra y hay una sombra en los recuerdos, que sin querer forjé. Así las vibraciones de suaves campanadas, aconsejáronme algo, un triste atardecer: Calmar mis ambiciones, donar sin pedir nada, pensar que al fin un sueño ¿A quién puede ofender?