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En la medicina veterinaria la enfermedad inflamatoria intestinal es una afección que la desarrollan los perros y gatos, existiendo diferencias entre ambas especies. Se trata de un trastorno que causa inflamación en todo el tracto gastrointestinal, que puede o no evidenciarse por ecografía. La Facultad de Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires es un centro de investigación y extensión, donde por medio de proyectos se impulsan líneas científicas orientadas a determinar las causas de enfermedades de los animales y zoonóticas. Dado que en el área de Clínica médica de pequeños animales de la Facultad se está trabajando para generar herramientas para determinar los factores que propician la aparición de la enfermedad inflamatoria intestinal en perros y gatos, “Saber Rural”, presenta los avances científicos y técnicos logrados sobre la afección. La enfermedad inflamatoria intestinal engloba a un grupo de patologías que se caracteriza desde el punto de vista clínico por vómitos, diarrea, y disminución de peso en forma crónica. Desde el punto de vista histopatológico la mucosa gastrointestinal se encuentra infiltrada por células inflamatorias, siendo su causalidad desconocida. Los signos clínicos en esta afección dependerán de la o las porciones de aparato digestivo comprometidas. Los animales afectados pueden mostrar cuadros de anorexia parcial o apetito normal, incremento del volumen de las deposiciones, disminución de peso progresiva y vómitos intermitentes. En los gatos, si la patología es severa, puede observarse letargia y depresión, por lo que si una mascota presenta alguno de estos síntomas, conviene consultar con un médico veterinario. Para realizar el diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal, deben excluirse un grupo de enfermedades que provocan síntomas similares. Los análisis de sangre permiten descartar otras afecciones sistémicas que presentan los mismos signos clínicos.