У нас вы можете посмотреть бесплатно SANTA TERESA DE JESÚS. Curso "Las Moradas del Castillo interior". Charla 2 (Intro-Primeras Moradas) или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
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✔Curso sobre el libro "Las Moradas del Castillo interior" de Santa Teresa de Jesús. ✔Impartido por Fray Pablo Ferreiro OCD. ‼LOS MOTIVAMOS A IR LEYENDO CADA CAPÍTULO DE CADA ENCUENTRO, Y SI ES POSIBLE COMPARTIRLOS CON OTROS. CONSULTAS O PREGUNTAS, DEJARLAS EN LOS COMENTARIOS.‼ ✔Para descargar: "Las Moradas del Catillo interior" y archivos que se usan en el curso: https://drive.google.com/drive/folder... *** PRIMERAS MORADAS «procuren desde el principio andar con alegría y libertad» (V. 13, 1) «Hay que tener gran confianza, porque es muy conveniente no achicar los deseos, sino creer de Dios que, esforzándonos, poco a poco, aunque no sea inmediatamente, podremos llegar a lo que muchos santos con su favor llegaron; porque si ellos nunca se hubieran determinado a desearlo y a concretarlo poco a poco, no hubieran subido a tan alto estado. Su Majestad quiere y es amigo de almas animosas, con tal que vayan con humildad y ninguna confianza en sí mismo» (V. 13, 2). EL EVANGELIO NO ES PARA HÉROES. ES PARA POBRES DE ESPÍRITU. Por eso somos llamados a trabajar (en nosotros y en la historia) con humilde tenacidad. En las Terceras Moradas se nos dirá: «Y no piensen que Él necesita nuestras obras, sino la determinación de nuestra voluntad». (3M 1, 7). Dos personajes bíblicos de los que tenemos que aprender lo que no debemos hacer: -El joven rico (Mc. 10, 17-22): pretendía ganar a Dios por las obras (voluntarismo). No fue capaz de percibir la mirada de amor de Jesús. Finalizando en tristeza. -El paralítico de la piscina (Jn. 5, 1-9): pretendía que otro hiciera las cosas por él (pusilanimidad). «No tengo a nadie que…». Desesperanza racionalizada. Mediocridad. Ni la pretensión de ganármelo a Dios, ni la pasividad de que todo me venga del cielo. Ni voluntarismo: responde al “ego” Ni pusilanimidad: instala en la mediocridad SANTA TERESITA: Carta a la señora de Guerin, 16 de noviembre de 1896 «…pronto hará ya nueve años que estoy en la casa del Señor. Debería estar, pues, ya muy avanzada en los caminos de la perfección, pero estoy todavía al pie de la escalera. Eso no me desalienta, y estoy tan alegre como la cigarra; estoy siempre cantando». Consejos y recuerdos: «Como sintiera desaliento por mis imperfecciones, me dijo sor Teresa del niño Jesús: “Usted me hace pensar en un niño que comienza a tenerse en pie, pero todavía no puede caminar. Queriendo llegar hasta lo alto de la escalera para reunirse con su mamá, levante su piececito para subir el primer escalón. ¡Esfuerzo inútil! Siempre vuelve a caer sin poder adelantar. Pues bien, usted sea como es niñito; por la práctica de todas las virtudes, levante continuamente su piecito para subir la escalera de la santidad, sin embargo no se imagine que podrá subir ni siquiera el primer peldaño. No, pero Dios no le pide sino buena voluntad. Desde lo alto de la escalera la está mirando con amor, muy pronto, vencido por los inútiles esfuerzos que usted hace, bajará Él mismo y tomándola en sus brazos, se la llevará para siempre a su reino, donde jamás se separará de su lado. Pero si deja de levantar el pie, la dejará por mucho tiempo en la tierra. El único medio para hacer rápidos progresos en el camino del amor, consiste en quedar siempre pequeña». No siempre podemos responder, no siempre podemos estar a la altura. (C. 18, 3). (C. 38, 6). No se trata de que hagamos las cosas literalmente y ya. Si no que vayamos realizando procesos con realismo y paciencia, a la propia medida. Sin caer en la mediocridad. CAPÍTULO 1 -«para iniciar con algún fundamento aquello de lo que voy a hablar: es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, en el que hay muchas moradas. Si lo pensamos bien, hermanas, no es otra cosa el alma del justo que un paraíso donde Él dice que tiene sus delicias…» (1, 1). «La puerta de este castillo es la oración atenta» (1, 7). «Tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama» (V. 8, 5). CAPÍTULO 2 -«Antes de continuar les quiero decir lo que será este castillo tan resplandeciente y hermoso, esta perla oriental, este árbol de vida que está plantado en las mismas aguas de la vida, que es Dios mismo, cuando cae en pecado mortal». (2, 1) -«Volvamos ahora a nuestro castillo de muchas moradas. No deben pensar que estas moradas están una tras otra, como si estuvieran en fila. Por eso pongan los ojos en la morada central, que es la pieza o palacio donde está el Rey». (2, 8). Dos casos de subjetivismo: -quien hace penitencia sin discernimiento ni confrontarse con la opinión de la autoridad -quien se pasa “controlando” a todos. Son indicio de personas centradas en su ego y su omnipotencia. Denotan inmadurez y negativa a hacer el propio proceso, de ahí que controlen la vida ajena, tienen miedo de su propia interioridad.