Liberación de las Américas y restitución de la democracia скачать в хорошем качестве

Liberación de las Américas y restitución de la democracia

Carlos Sánchez Berzaín entrevistado por Wilson Barco: Explica que las dictaduras de crimen organizado y el control del crimen cesará con la operación Lanza del Sur y plantea superar el concepto de transición por el de restitución de la democracia. La restauración de la democracia en países sometidos a regímenes de crimen organizado no puede concebirse como un proceso lento o gradual, sino como una acción inmediata y de impacto. La experiencia internacional demuestra que hablar de “transición” resulta insuficiente cuando el andamiaje legal, político y militar ha sido capturado por estructuras criminales. Por ello, para reinstalar la democracia se requieren medidas contundentes que desmantelen por completo los mecanismos de control y represión construidos por la dictadura. El primer paso indispensable es sustituir la legislación heredada del régimen. Constituciones y leyes moldeadas para garantizar impunidad, manipular la justicia y legalizar el abuso del poder impiden el funcionamiento de una democracia genuina. Su reemplazo debe restablecer los principios esenciales: respeto a los derechos humanos, estado de derecho, separación de poderes, libre organización política y condiciones para elecciones auténticamente libres y transparentes. Sin ese marco jurídico, cualquier intento de democratización sería una ilusión. El segundo pilar es la eliminación total de la impunidad. Si los responsables de crímenes de corrupción, represión o narcotráfico permanecen en la esfera política, el país queda condenado a convivir con las mismas estructuras delictivas que gobernaban bajo la dictadura. La historia reciente de América Latina evidencia que donde no hubo justicia, el autoritarismo terminó reconstruyéndose desde las sombras, como ocurrió en Nicaragua tras 1990. Un tercer elemento fundamental es la ilegalización de las organizaciones políticas, partidarias o paramilitares creadas por la dictadura para someter al país. Mantenerlas activas garantiza que el régimen continúe influyendo desde fuera del poder formal y pueda retornar mediante mecanismos electorales o alianzas corruptas. Modelos aplicados tras la Segunda Guerra Mundial, como la prohibición del nazismo o la transformación profunda del sistema imperial japonés, demuestran que esta medida es crucial para impedir el resurgimiento del autoritarismo. La restauración democrática también exige una profunda reestructuración de las fuerzas armadas. En varios países sometidos al socialismo del siglo XXI, los militares fueron convertidos en aparatos armados del régimen, subordinados a intereses criminales y penetrados por influencias extranjeras. La tarea consiste en identificar mandos recuperables, depurar estructuras corruptas y reinstalar la doctrina militar democrática: subordinación al poder civil, respeto a la Constitución y defensa de la soberanía nacional. En caso de no ser viable esta recuperación, se requieren transformaciones radicales. Finalmente, la región debe comprender que el restablecimiento de la democracia en países como Venezuela tendrá dos etapas: una acción externa decisiva que desarticule al grupo criminal que detenta el poder, y luego una fase interna de reconstrucción institucional inmediata. El éxito dependerá de aplicar sin titubeos las tres medidas esenciales: nuevas leyes democráticas, justicia sin concesiones e ilegalización de los instrumentos políticos del régimen. Sin ello, cualquier intento de cambio corre el riesgo de repetir errores pasados y permitir el retorno de la dictadura.