У нас вы можете посмотреть бесплатно A los 62 años, Julio César Chávez Finalmente Confiesa que ella fue el amor de su vida или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
A los 62 años, Julio César Chávez Finalmente Confiesa que ella fue el amor de su vida ¡Atención! Lo que estás a punto de escuchar es más jugoso que una telenovela, más explosivo que una película de acción, y con más romance que cualquier comedia de Hollywood. Así es la vida de Julio César Chávez, el campeón que no solo derribó a sus rivales en el ring, sino que también dejó su huella en el corazón de muchas mujeres. Y lo mejor de todo, ¡es el mismo Chávez quien revela los secretos más ocultos de su vida amorosa! Así que prepárate, porque lo que estás a punto de descubrir podría ser el guion de la película más impactante que jamás se haya filmado. Imagina esto: Ciudad Obregón, Sonora, 12 de julio de 1962. Nace un niño en una familia humilde, pero con una chispa que no se podía ignorar. ¿Su nombre? Julio César Chávez. Su destino ya estaba escrito, aunque él aún no lo sabía. "Mi papá era ferrocarrilero, pero una huelga nos llevó a mudarnos a Culiacán cuando yo tenía cuatro años. Ahí empezó todo, ahí encontré mi identidad.” Afirmó Julio Cesar Desde pequeño, Julio mostró que era diferente. Tenía fuego en la mirada y una voluntad que nada podía detener. Fue en Culiacán donde se enamoró del boxeo. Y cuando decimos "enamoró", hablamos de una obsesión absoluta, de esas que hacen que te olvides hasta de comer bueno, casi. Años más tarde, ese niño humilde se convertiría en el hombre que nadie podía derrotar. 90 peleas invicto. ¡Sí, 90! Julio no solo ganaba, aplastaba. Su gancho al hígado era como un martillo que hacía temblar a sus rivales, y su resistencia ¡uf! Era como si estuviera hecho de acero. Pero detrás del campeón había un hombre con una vida tan intensa como sus peleas. A pesar de sus éxitos, Julio tuvo que enfrentar demonios internos. Su derrota en la pelea número 91 marcó un antes y un después, ya que para ese entonces sus problemas con las adicciones estaban afectando su carrera. “Mi adicción estaba muy avanzada, pero seguía ganando porque tenía talento natural”, confesó alguna vez. Sin embargo, la vida de Julio no solo estuvo llena de ganchos al hígado y cinturones de campeón; también hubo espacio para el romance. Aunque muchas mujeres pasaron por su vida, pocas lograron robarle el corazón de verdad. Una de esas afortunadas fue Amalia Carrasco, una joven tímida y cariñosa que conoció al boxeador en los años 80.