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Después de una relación con un narcisista, es posible que continúe espiando o acechando a la persona descartada por varias razones: Mantenimiento del control: El narcisista puede intentar mantener el control y ejercer poder sobre la persona descartada incluso después de la relación. El espionaje les permite seguir manipulando, intimidando o chantajeando a la persona para mantenerla bajo su influencia. Deseo de venganza: Si el narcisista se siente herido o humillado por la ruptura, puede buscar vengarse de la persona descartada. El espionaje puede ser una forma de obtener información que puedan utilizar para perjudicarla o difamarla ante otros. Necesidad de atención y validación: Los narcisistas tienen una necesidad constante de atención y validación. El espionaje les brinda una forma de mantenerse conectados con la vida de la persona descartada y obtener una satisfacción narcisista al ver cómo reacciona a sus acciones o buscar signos de que la persona aún está afectada por ellos. Inseguridad y baja autoestima: Aunque los narcisistas tienden a proyectar una imagen de seguridad y confianza, en realidad pueden tener una gran inseguridad y baja autoestima. El espionaje puede ser una forma de compensar esas inseguridades al obtener información que les haga sentirse superiores o que les confirme que siguen siendo relevantes en la vida de la persona descartada. Es importante recordar que el espionaje y el acoso son comportamientos abusivos y no son aceptables. Si te encuentras en esta situación, es fundamental tomar medidas para protegerte, como establecer límites claros, bloquear a la persona en las redes sociales, cambiar contraseñas y, si es necesario, buscar ayuda legal o apoyo terapéutico para abordar el abuso emocional y proteger tu bienestar.