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EL RISCO DE AGAETE - GRAN CANARIA

AGÜITA EN EL RISCO DE AGAETE - GRAN CANARIA   La isla de Gran Canaria, como el resto del Archipiélago, esta siendo agraciada este año por un invierno lluvioso que hacía años que no ocurría. Con ello, durante semanas estamos viendo correr agua por los barrancos y un manto verde cubre la isla de norte a sur. Un ejemplo de ello son estas imágenes desde el caserío El Risco situado el la zona más meridional del municipio de Agaete, al noroeste de Gran Canaria. Vemos uno de los caideros y recorrido del agua por el barranco hasta encontrase con el mar. Este pago, típicamente canario con sus casitas blancas es de obligado paso entre el Puerto de las Nieves y La Aldea, en los últimos años goza de gran popularidad entre senderistas, amantes de la naturaleza y turistas. En mayor parte por los saltos de agua que desciende desde el pinar de Tamadaba, uno de los pilancones más conocido que cae el agua en cascada es El Chaco Azul por su belleza. Pero desde siempre ha destacado todo este valle por la espectacularidad de todo su entorno, donde Tamadaba por el este, Risco Faneque por el norte y Tirma por el sur, se unen en forma de anfiteatro abierto hacia el mar, donde se encuentra una de las playas casi vírgenes que podemos disfrutar en la Isla con un pequeño bosque de tarajales en su orilla. La playa del Risco tiene unos 400 metros de longitud de callao, arena negra volcánica y graba, materiales que son arrastrados por la fuerza del agua de los barrancos cuando baja de manera torrencial de las cumbres y la fuerza del Océano Atlántico que azota esta playa deposita material moldeando esta costa a su antojo. Un paraje de extraordinaria belleza que está seriamente amenazado por una planta invasora como es el rabo gato, en las zonas más expuestas a luz solar esta totalmente cubierta por esta planta y con ello las consecuencias tan nefastas para nuestra flora y fauna endémica. Aunque sabemos que Gran Canaria es la isla del mundo con más embalses por metro cuadrado, da lástima que no se hagan balsas o estanques para recoger esa agua antes de que llegue al mar y así rescatar bancales prácticamente abandonados, mucho de ellos cubiertos de rabo gato, para potenciar la agricultura y recuperar el bosque termófilo reforestando con palmeras, dragos, acebuches, lentiscos, sabinas, almácigos, sauce… sería una manera de ir ganando la partida al rabo de gato y de fomentar un desarrollo económico sostenible en una zona que esta rodeada por los límites de La Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.   TAMARÁN, Pasión por Gran Canaria.