У нас вы можете посмотреть бесплатно Fernanda Montenegro: Una carta y un "no" con convicción или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
Esta es una carta sobre un no. Una carta de rechazo. Pero no un rechazo cualquiera sino uno que habla mucho de quien lo hace. Corría el año 1985 en una Brasil que recién recuperaba la democracia. El presidente era José Sarney. El entonces ministro de cultura José Aparecido de Oliveira llamó a la enorme actriz Fernanda Montenegro para sustituirlo al frente de esa cartera. Era una oferta tentadora. Nada menos que un ministerio. Nada menos que convertirse en la primera mujer en un cargo de primer nivel del gobierno federal. La ganadora del Oscar por la película “Estación Central” le contestó con esta carta en la que no acepta el cargo. Pero quizá eso es lo de menos. Termina siendo una preciosa declaración de amor por el oficio. “El teatro nunca ha sido fácil ni seguro. Pero ese es mi lugar”, contesta. Acá Fernanda Montenegro. Acá una carta de principios y de dignidad. Lee la actriz Ana Karen Sahagún. *** Querido amigo José Aparecido de Ollveira: Como ciudadano siempre he hecho de mi oficio un instrumento de participación política. Como artista he hecho mi participación política dentro de mi profesión, al margen de la afiliación partidista, porque entiendo que el escenario es definitivamente el espacio más libre que el hombre ha creado. Si observamos las etapas de un país, sabremos exactamente de qué país se trata. Desde la adolescencia he ido, primero de forma intuitiva, después de forma consciente, expresándome a través de los más variados textos, recorriendo, democráticamente, los más diversos géneros teatrales, sin ningún prejuicio, porque, para mí, un artista de la escena tiene que dar voz a las más diferentes manifestaciones de la dramaturgia. Con esto dejo claro que, a mi entender, el escenario es también mi espacio político. Conmovida, feliz y honrada, veo el recuerdo del nombre de una actriz para el Ministerio de Cultura como una conquista histórica, culturalmente hablando. Recientemente, los artistas de este país fueron convocados a un gran futuro y a un gran cambio. Las oposiciones políticas montaron plataformas, estos mismos artistas, preparando el espectáculo, "calentaron" a las multitudes en las plazas, fortaleciendo a los liderazgos que aún no confían en sí mismos como comunicadores. Una vez fortalecidos, estos líderes políticos pasaron a ocupar el centro de la escena. Los artistas, una vez cumplida su misión, se retiraron. Las masas humanas se impusieron. A partir de entonces, todos nosotros, unidos, iniciamos la construcción de un nuevo Brasil. Para quienes ven, con prejuicios, la nominación de un artista para tan alto cargo, respondo, sin exagerar, que este nuevo Brasil nació en un escenario de la plaza. Considerar a un artista para un Ministerio es una prueba de la maduración política de este país, en su conjunto. Es un soplo de aire fresco después de tantos años de asfixia. Pobre es el país cuyo gobierno desprecia, acosa y perjudica a sus artistas. Este Brasil se acabó. La encuesta que se me pidió, autorizada por el presidente José Sarney, revela el gesto limpio, independiente y original del hombre que, al frente de la Nación en este momento de tanta esperanza, deposita su confianza en una brasilera entusiasta y consciente. A esta invitación debo responder con la misma limpieza de propósito. Considero que el Ministerio de Cultura es el núcleo del actual Gobierno. A mi entender, ninguna otra es superior a ella. Marcará el tono de la Nueva República. Y, para ser de otra manera, sería mejor no haberlo creado, permítanme decir con todo respeto y confianza. La participación en este ámbito no puede ejercerse en un marco de nostalgia, pérdida o destierro. Ante la encuesta que se me hizo, repaso mi vida y, feliz o desgraciadamente, comprendo que mi profundo amor por el ejercicio del teatro aún no se ha agotado. Al contrario: está más vivo que nunca. Al salir del teatro ahora, la sensación que tendría sería la de una vida inacabada. Creo firmemente que todo ciudadano debe ejercer su arte o su trabajo en conformidad con su vocación. Sería una frivolidad si, pensando así, actuara de otra manera. No es fácil decir que no. No veo que sea más fácil decidirse por el teatro. O más seguro. El teatro nunca ha sido fácil ni seguro. Pero ese es mi lugar. Estoy seguro de que todos los intelectuales, artistas y entidades que me han mostrado su apoyo, a través de cartas, telegramas, llamadas telefónicas y visitas, comprenderán mi opción. Puede parecer una frase rimbombante y teatral, pero no hay que temer ni al teatro ni a las palabras. En estos nuevos tiempos, me gustaría que usted, Aparecido, así como el Presidente José Sarney, comprendieran que la mejor manera de prestar mis servicios a la cultura brasileña es permanecer en el escenario, donde seguiré a disposición de mi país, humildemente. De tu amigo, cuyo sentimiento básico es la fidelidad. Fernanda Montenegro