Llamaron a mi trabajo un callejón sin salida, pero mi ascenso hizo que yo me convirtiera en su... скачать в хорошем качестве

Llamaron a mi trabajo un callejón sin salida, pero mi ascenso hizo que yo me convirtiera en su...

Llamaron a mi trabajo un callejón sin salida, pero mi ascenso hizo que yo me convirtiera en su...‪@AbdulBasit-f8f‬ ‪@ManiKhan-p1s‬ —¿Tú a cargo de nosotros? —mi prima Alyssa resopló lo suficiente para que todo el comedor la escuchara. El resto de la mesa estalló en carcajadas. Mi propia familia riéndose de mí. Sentí que la charola se me resbalaba entre las manos sudorosas. Mi tía se inclinó cerca y susurró casi dulcemente: —Cariño, hay trabajos que simplemente no son para gerenciar.Lo que ellos no sabían era que seis meses después, yo sería su jefa.Soy Hannah Lewis, tengo 29 años y trabajo en una empresa de logística. El tipo de trabajo que no suena impresionante en las reuniones familiares. Empecé ahí como asistente, luego me convertí en líder de equipo. Horas largas, clases nocturnas, mucho café, sin títulos elegantes, sin tarjetas de presentación brillantes. Aun así, me encantaba. Me gusta el orden, los sistemas, hacer que las cosas funcionen.Pero mi familia nunca lo vio así. Ellos manejan una empresa de catering que ha pasado por dos generaciones: Lewis Catering and Events. En todas las historias familiares, nosotros somos los dueños trabajadores de un negocio familiar. Ellos usan delantales a juego para sus publicaciones en redes sociales y se llaman emprendedores.Cuando yo llego a las reuniones con ropa de trabajo simple, me llaman “la chava de oficina”. Una vez mi prima Alyssa dijo: —Al menos tu sueldo es fijo, aunque sea pequeño —sonrió como si fuera un gesto amable. No respondí. No vale la pena discutir cuando la gente ya decidió que estás por debajo de ellos. No era rica ni glamorosa, pero tenía algo que ellos no esperaban: paciencia. Paciencia para trabajar, esperar, aprender.