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¿Quien dirige tu vida? | Parasha Vaetjanan | Aliya 4 La parashá Vaetjanán, cuyo nombre significa “Y supliqué”, comienza con una oración conmovedora de Moshé. Él ruega al Creador que le permita entrar a la Tierra Prometida. Moshé no pide poder, ni riquezas, ni gloria: solo quiere ver con sus propios ojos la tierra que tanto anheló. Pero el Creador, con firmeza pero también con amor, le dice que no podrá cruzar el Jordán. En su lugar, le permite subir al monte Pisgá para observar la tierra desde lejos. Y le encarga que anime y fortalezca a Yehoshúa (Josué), quien guiará al pueblo. Este momento refleja una gran lección de humildad, obediencia y aceptación de la voluntad divina. Moshé, el líder más cercano al Creador, no logra su deseo personal, pero sigue sirviendo con fidelidad. Luego, Moshé recuerda al pueblo la importancia de obedecer los mandamientos sin añadirles ni quitarles nada. Les advierte que no se aparten del camino ni adoren ídolos, y les recuerda las consecuencias de hacerlo. Pero también les ofrece esperanza: aun si caen y son esparcidos entre las naciones, si buscan al Creador con todo su corazón y alma, Él los escuchará y no los abandonará. Uno de los pasajes más importantes de toda la Torá se encuentra en esta parashá: el Shemá Yisrael —“Escucha Israel, el Eterno nuestro Dios, el Eterno uno es”—. Este verso resume la fe de Israel en la unidad absoluta del Creador. El Shemá va acompañado del mandato de amar al Creador con todo el corazón, alma y fuerzas. También se ordena enseñar estas palabras a los hijos, hablar de ellas en casa y en el camino, al acostarse y al levantarse, y colocarlas como señal en las manos y como recordatorio entre los ojos —las bases de los tefilín y las mezuzot. Además, Moshé repite los Diez Mandamientos, recordando cómo fueron entregados en el monte Sinaí con fuego, trueno y majestad divina. Este repaso no es solo histórico, sino un llamado a recordar el pacto y vivirlo cada día. Moshé exhorta al pueblo a no olvidar la experiencia del Sinaí, a no olvidar quién los sacó de Egipto y a no confiar en su propia fuerza cuando estén en la tierra prometida. Les recuerda que fueron elegidos no por ser numerosos o poderosos, sino porque el Creador los ama y es fiel a Su promesa. Vaetjanán es una parashá que toca el corazón: nos habla de la oración sincera, del amor profundo por el Creador, del poder de la enseñanza a los hijos, de la fidelidad en medio de la prueba, y de la necesidad de recordar siempre quién nos guía y por qué existimos. #Parashah #Vaetjanan #ParashatVaetjanan #parashathashavua #parasha #parashasemanal #Parashat44