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La verdad tras el rearme europeo: Salvar a Alemania

El rearme europeo, impulsado por las tensiones geopolíticas recientes, como el conflicto en Ucrania y la incertidumbre sobre el rol de Estados Unidos en la OTAN, podría interpretarse como una estrategia económica encubierta para revitalizar economías en declive, como la alemana, bajo un marco que recuerda al keynesianismo militar. Alemania, el motor económico de Europa, ha enfrentado desde 2020 una serie de desafíos: la desaceleración industrial, la dependencia energética de Rusia (ahora interrumpida) y la pérdida de competitividad frente a China y Estados Unidos. Su PIB creció apenas un 0,3% en 2023, y las proyecciones para 2025 no son mucho mejores, con un crecimiento estimado del 1,1% según el Fondo Monetario Internacional. En este contexto, el keynesianismo militar, que implica un aumento del gasto público en defensa para estimular la demanda agregada, aparece como una herramienta atractiva. El concepto de keynesianismo militar se basa en la teoría de John Maynard Keynes, quien abogaba por la intervención estatal para impulsar la economía mediante gasto público en tiempos de crisis. Históricamente, Estados Unidos lo aplicó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el gasto militar sacó al país de la Gran Depresión al generar empleo y estimular la industria. En el caso alemán, el rearme europeo podría tener un efecto similar. Alemania anunció en 2022 un fondo de 100.000 millones de euros para modernizar su ejército, y en 2024 se comprometió a alcanzar el 2% del PIB en gasto militar, un cambio radical tras décadas de pacifismo post-1945. Este aumento beneficia directamente a su industria armamentística, como Rheinmetall, que ha visto sus acciones subir un 120% desde 2022. El gasto militar no solo genera contratos para empresas alemanas, sino que también crea empleo en sectores asociados, como la tecnología, la ingeniería y la logística. Por ejemplo, la producción de tanques Leopard para Ucrania ha reactivado fábricas en Baviera, mientras que la demanda de sistemas de defensa aérea impulsa la innovación tecnológica. Además, el rearme fomenta la inversión en infraestructura, como bases militares y centros de entrenamiento, lo que dinamiza economías locales. Desde un enfoque keynesiano, este gasto público actúa como un multiplicador: por cada euro invertido, se genera un impacto económico mayor al estimular el consumo y la inversión privada. Sin embargo, esta estrategia tiene riesgos. Primero, el keynesianismo militar puede desviar recursos de sectores clave como la educación o la transición energética, áreas donde Alemania ya enfrenta retrasos. Segundo, el aumento del gasto militar podría exacerbar tensiones geopolíticas, alimentando una carrera armamentística con Rusia o China. Tercero, no está claro si los beneficios económicos serán sostenibles a largo plazo, ya que el crecimiento basado en el gasto militar tiende a ser cíclico y dependiente de conflictos. Además, Alemania depende de la cohesión europea para que esta estrategia funcione: si otros países no aumentan su gasto militar de manera coordinada, el impacto económico podría diluirse. Por otro lado, el rearme puede fortalecer la posición de Alemania como líder europeo, dándole más influencia en la OTAN y en Bruselas, lo que podría traducirse en ventajas económicas indirectas, como mejores acuerdos comerciales. Enlace a mi nuevo canal vídeo blog “MANUAL”:    / @jfcaleromanual   Mis Aparatos y equipos imprescindibles para trabajar y vivir: https://www.amazon.es/shop/juanfranci... Apóyame para hacer más y mejores vídeos en PATREON. Sé mi mentor:   / jfcalero   Sígueme en INSTAGRAM, TWITTER o AMBAS, súperfácil: @jfcalero No te vayas a la cama sin saber algo más, o al menos sin saber algo nuevo. Si lo hiciste, misión cumplida, gracias por acompañarme. #calerocascaron #rearmeeuropa #alemaniafuturo