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La vista de los niños y las pantallas - Consejos de Lucia Mi Pediatra | Clínica Baviera

La vista de los niños y las pantallas, ¿qué debemos saber? Este es un tema que agobia mucho a los padres. Actualmente tenemos un montón de dispositivos electrónicos en casa y es prácticamente imposible conseguir que no los utilicen. Pero, ¿realmente son tan perjudiciales? Pues, como siempre, tranquilidad y sentido común. Las pantallas digitales, desde el punto de vista visual, no son malas siempre y cuando se utilicen los cánones y las medidas adecuadas e indicadas por los propios dispositivos. Evidentemente, además, debemos utilizarlas con sentido común, puesto que si estamos usando una pantalla digital durante ocho horas seguidas, evidentemente puede ocasionar dolores de cabeza, lagrimeo, irritación de los ojos… Además de que estos son tiempos excesivos en cualquier niño. Hay que tener en cuenta que cuando nuestros ojos prestan una excesiva atención a estas pantallas, inconscientemente disminuimos la frecuencia del parpadeo y se originan los síntomas que hemos descrito antes, pero esto no significa que sean peligrosos. Además, son dispositivos con los que tenemos que convivir y que forman parte de nuestro presente y de nuestro futuro. Eso sí, debemos tener en cuenta que la Academia Americana de Pediatría recomienda no exponer a pantallas a los niños menores de dos años y en los más mayores, las recomendaciones actuales aconsejan no utilizarlas más de dos horas al día. De todos modos, os dejo algunos consejos para intentar mitigar las posibles molestias que puedan surgir al usarlos: Colocarlos a una distancia de unos 30 centímetros. Utilizarlos con una luz ambiental adecuada, nunca siendo la única fuente de luz que tengamos. Intercalar periodos de descanso, como es lógico. Mantener los ojos hidratados e incluso emplear lágrimas artificiales para mejorar la hidratación de los ojos. Evitar exponernos a pantallas dos horas antes de irnos a dormir porque interfieren en la calidad del sueño y provocan insomnio a cualquier edad. Además, aumentan los terrores nocturnos y el sonambulismo en niños predispuestos. Siempre será mucho mejor leerles un cuento en papel tumbados en su cama. ¿No os parece? Para más información: www.clinicabaviera.com