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Panda Santón Pitar. Verdiales con bandera. Los Romanes (Málaga, España), 18-06-2016

Las músicas de tradición oral de los verdiales anclan sus antecedentes en siglos pasados y han servido de soporte histórico a los rituales y festejos de algunas comarcas del interior montuoso de la provincia de Málaga (Andalucía, España). En clara concomitancia con grupos similares que se asientan en otros lugares de Andalucía y especialmente en el sureste español, las pandas de verdiales eran grupos informales de músicos que actuaban como tales, realizando actividades festivas, únicamente en periodo navideño. Algunos de estos rituales y costumbres han ido desapareciendo o menguando en su uso con el tiempo (aunque otros intentan revitalizarse), como los bailes de puja o rifaos, los recorridos navideños por el territorio parroquial, los choques de pandas o el levantamiento (improvisación) de coplas, mientras que, al igual que ocurrió después con las cuadrillas del sureste, las pandas se formalizaron a partir de la década de 1960, convirtiéndose en grupos estables que actuaban todo el año y, además de funcionar en sus territorios nativos, acudían a otros lugares a participar en festivales de pandas, que se han popularizado extraordinariamente en las últimas décadas a la par que se establecían, con un importante apoyo administrativo, escuelas de música y baile que han dado lugar a un gran número de nuevas pandas cuyas localizaciones llegan a sobrepasar, incluso, los territorios históricos de actuación de estos grupos. Una de las pandas más veteranas y que se ha convertido también en una de las más apreciadas por la solidez y fuerza de sus interpretaciones, es la panda de verdiales Santón Pitar (o Santo Pitar –Málaga, Andalucía, España-) que toca por estilo Montes, uno de los tres estilos de verdiales (junto con Almogía y Comares). Para uno de los habituales integrantes de esta panda, el fiestero, violinero e investigador José Manuel Molina Gámez, Pepe Molina (en su libro Fiesta de Verdiales. Una aproximación a sus orígenes -2010-), la fiesta de los Montes de Málaga es la fiesta de verdiales por excelencia, que incluso ha tomado nombre de uno de los partidos rurales de esa comarca: el partido de Verdiales, y su música “destaca por el predominio del compás y la relevancia del pandero, el cual marca un ritmo al que se somete el resto de los instrumentos, resultado una fiesta bravía, rústica y poderosa en la que se aprecian al instante sus hondas raíces”. Aportamos a la Colección Memorias de la Tradición imágenes de la Panda Santón Pitar    / antropologoclemente   tocando verdiales (una variedad de fandango antiguo) mientras una chica baila la bandera durante la XII edición de la Fiesta de Verdiales de Los Romanes, pedanía de Viñuela, Málaga, celebrada el sábado 18 de junio de 2016. Entre los músicos de la panda Santón Pitar en esta ocasión están el citado José Manuel Molina Gámez, Pepe Molina, al violín; José Serrano, Joselín, guitarra y cante; Paco el de Casabermeja, guitarra; Juan Antonio Estébanez Alcántara, Juan el Mascarita, guitarra; Juan Romero, platillos; Juan Tovar, platillos (y fabricante de los mismos); Luis el Lata, pandero; Carlos Fernández Campos, cante; Antonio el Cabra (alcalde de la Panda Santón Pitar), cante; Paula Báez, palillos; Esperanza Ruiz, palillos; … Respecto del estilo de cante, es de destacar que en los verdiales se suele seguir el uso del melisma, es decir, la emisión de una vocal, especialmente la final del verso, con distintas notas, así como dejes, caídas y otros adornos vocálicos, siendo todo ello del gusto de los aficionados y de los propios cantaores que los emplean en función de sus capacidades naturales. Estas características están muy extendidas por el territorio español y aún en otros países mediterráneos, encontrándose ya tal peculiaridad en antiguas músicas orientales. Las letras que se cantan esta vez están llenas de fuerte sentimentalismo, casi trágico, y los cantaores frasean según el estilo más seguido en los fandangos: empezando por el segundo verso y continuando desde el primero al último si es una quintilla, y si es una cuarteta, terminar repitiendo el último, como en este caso, (u otro verso) para alcanzar siempre la sexteta que conforma el fandango. El corazón me pediste dije que te lo daría, el alma no te la doy porque no es tuya que es mía [Carlos] […] Cómo quieres que yo sea esclavo de tu querer esclavo tuyo sería si me dieras a entender que de verdad me querías [Joselín] Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez. Agradecemos a Jesús Tejas Juncos las amables informaciones recibidas. Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general, con un índice o clasificación por lugares y temática: http://memoriasdelatradicion.blogspot... Correo electrónico de contacto: [email protected] Se ruega citar la procedencia y comunicar los posibles errores