El hombre compartió su comida, y a la mañana siguiente vinieron a verlo... скачать в хорошем качестве

El hombre compartió su comida, y a la mañana siguiente vinieron a verlo...

El sol abrasaba despiadadamente y el calor de julio derretía el asfalto. Incluso dentro del coche, el distintivo olor a asfalto perduraba. Vico soportó el aroma por un rato, pero cuando gatos invisibles le arañaron la garganta, cerró la ventana. Sin embargo, solo empeoró la situación, ya que no había aire para respirar en absoluto. El hombre maldijo en voz alta al clima, así como a sí mismo: "¿Cuánto más durará este infierno? Parece que la burocracia celestial decidió erradicar la población de nuestro frágil planeta con esta ola de calor. ¡Yo no soy mejor! Debería haber tenido en cuenta el clima antes de embarcarme en un viaje tan largo". Cuando su arrebato de insatisfacción disminuyó un poco, el hombre defendió sus acciones: "No, al final hice lo correcto. Golpea mientras el viento es favorable. ¿Y si resulta ser una decepción de nuevo, como la última vez? Perdí tanto tiempo buscando y el resultado fue cero".