У нас вы можете посмотреть бесплатно “DISCIPULAR COMO JESÚS” | EL PODER DE UNA VIDA ENTREGADA | PASTOR EDWIN GONZALEZ 06/05/2025 или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
TEMA PRINCIPAL: La urgencia, el alcance y la recompensa de cumplir la Gran Comisión a través del discipulado personal y comprometido. VERSÍCULOS BASE: • Mateo 28:19–20 • Lucas 6:40 • Marcos 16:15–18 • Juan 15:8 • Efesios 4:13 • Lucas 22:28–30 • Hechos 6:7 LA GRAN COMISIÓN ES PARA TODOS El Pastor Edwin inicia con una afirmación fundamental: la Gran Comisión no fue solo para los once discípulos que oyeron directamente a Jesús, sino para todos los creyentes. El mandato de “id y haced discípulos” es para anfitriones, líderes, asistentes y cada hijo de Dios que desee obedecer y reproducirse espiritualmente. “La orden no fue una sugerencia, fue un mandato, y es para todos”. EL DISCIPULADO ES EN EL NOMBRE DE JESÚS La predicación establece con firmeza la doctrina de la Unicidad: el bautismo es en el nombre de Jesús, conforme a la revelación dada en Hechos. No se debe malgastar energía discutiendo esto, sino enfocarse en el mandato real: hacer discípulos. La iglesia La Roca, en su diversidad de naciones representadas, tiene un terreno fértil para cumplir esta tarea global. EL PROPÓSITO ES SER COMO JESÚS Citando Lucas 6:40, se enseña que el discípulo perfeccionado será como su maestro. Ser como Cristo implica estar dispuesto a ser discipulado, formado y hasta incomodado. La meta del discipulado no es llenar templos, sino formar vidas transformadas que imiten a Cristo en carácter, pasión y misión. “Nunca seremos como Dios, pero sí como Jesús, el Hijo entregado y obediente”. DISCIPULAR ES PARTICIPAR EN EL PODER DE DIOS Cuando discipulamos, participamos del mismo poder que Jesús delegó a sus seguidores. No se trata solo de hablar en lenguas, sino de operar con autoridad: evangelizar, bautizar y formar. Esa potestad se manifiesta en nuestro servicio, testimonio y ejemplo diario. El pastor narra cómo un simple mensaje con autoridad llevó a una persona al bautismo, mostrando que el poder también es para discipular. DISCIPULAR ES MODELAR, FORMAR Y EQUIPAR Jesús primero dijo “venid y ved” antes de decir “id y haced”. Discipular implica modelar con la vida lo que se enseña con palabras. El discipulador debe enseñar cómo perdonar, cómo servir, cómo organizarse y obedecer. También es confrontar, formar carácter y capacitar con herramientas. En La Roca se ha sembrado abundante material doctrinal, lo cual refuerza esta dimensión. GARANTÍAS DEL DISCIPULADO 1. Madurez espiritual: Una iglesia con discípulos es firme, no emocional. Puede recibir palabra sólida, ser corregida y avanzar en compromiso. 2. Frutos permanentes: Lo que nace del discipulado no se pierde fácilmente. La inversión forma creyentes estables, arraigados en el propósito. 3. Multiplicación del reino: Hechos 6 demuestra cómo la iglesia crecía a medida que los discípulos se multiplicaban. El discipulado es la llave de la expansión. 4. Presencia y respaldo de Dios: Jesús prometió: “Yo estoy con vosotros”. Esa promesa está activa donde se cumple su mandato. El poder de Dios se activa sobre quienes discipulan. APLICACIÓN A LA VIDA CRISTIANA Cada creyente debe preguntarse si está cumpliendo con la Gran Comisión. Discipular es más que dar clases: es vivir con intención, formar con amor, confrontar con verdad y modelar con testimonio. Aun mujeres, ancianos o personas sin estatus migratorio pueden discipular y ser respaldados por Dios. No se trata de tener una plataforma, sino de reproducirse espiritualmente donde uno esté. CONCLUSIÓN El Pastor Edwin concluye con una frase poderosa: “Dios está con los que discipulan”. Más allá de los templos, estructuras o programas, la verdadera iglesia se edifica en el discipulado. Como Jesús con sus discípulos, estamos llamados a permanecer juntos en las pruebas, compartir la mesa del Reino y multiplicar su legado. No se trata de cuánto sabemos, sino de cuánto hacemos con lo que ya sabemos. El Reino es para quienes obedecen.