El hombre se volvió lentamente en cuanto escuchó cantar a la niña. Era la canción que... скачать в хорошем качестве

El hombre se volvió lentamente en cuanto escuchó cantar a la niña. Era la canción que...

El hombre se volvió lentamente en cuanto escuchó cantar a la niña. Era la canción que... Miguel Blanco enfrentaba la ardua tarea de criar a su hija de cinco años solo, pero nunca dejó quejas visibles. Su vida estaba marcada por una persistente soledad, ya que tenía muy poco apoyo externo. Sin embargo, su pequeña hija parecía comprender intuitivamente la magnitud del desafío que su padre enfrentaba y rara vez le causaba problemas. Mostrando una madurez más allá de su edad, la niña se esforzaba por ayudar a Miguel en todo lo que podía, desde las tareas del hogar como limpiar la casa hasta pequeños gestos de cariño, como prepararle café por las mañanas. El amor de Miguel por su hija era inmenso, y se dedicaba incansablemente para que ella no sintiera la falta de una figura materna, compensando con su cariño y atención la ausencia de María. El duelo de Miguel por la muerte de su esposa, María, era un peso constante en su corazón. Había fallecido hace un año en circunstancias que seguían envueltas en misterio, y esta incertidumbre era una fuente constante de tormento para él. María había ido de vacaciones a Miami en ese fatídico verano. Por razones desconocidas, eligió nadar durante una tormenta y, desafortunadamente, terminó ahogándose. Lo más doloroso para Miguel era que el cuerpo de su esposa nunca se había encontrado, dejando un vacío irremediable en su vida. Todo lo que le quedaba de ella eran algunas pertenencias personales encontradas en la playa. Miguel vivía atormentado por la culpa, lamentando profundamente no haber insistido más para que su esposa pospusiera el viaje y permitiera que él la acompañara. Recordaba vívidamente la última conversación que tuvieron al respecto. "¿No puedes esperar un mes más, cariño? Entonces podríamos ir todos juntos, yo, tú y Sofía", sugirió Miguel en ese momento. Sin embargo, María estaba decidida a disfrutar esas vacaciones sola, argumentando que necesitaba tiempo para sí misma. Miguel, a pesar de su reticencia, finalmente cedió, prometiéndole que cuidaría bien de Sofía durante su ausencia. Esa decisión, tomada con tanto amor y comprensión, ahora se había convertido en una fuente de profundo arrepentimiento para Miguel, quien se preguntaba constantemente si las cosas podrían haber sido diferentes si hubiera sido más firme en su posición.