LA LIEBRE Y LA TORTUGA🐢| 📖 Historia infantil | Arcoíris Musical скачать в хорошем качестве

LA LIEBRE Y LA TORTUGA🐢| 📖 Historia infantil | Arcoíris Musical

En nuestro canal encontrarás música infantil, vídeos divertidos, historias infantiles y melodías mágicas. LA LIEBRE Y LA TORTUGA Había una vez, en un hermoso bosque lleno de árboles frondosos, una liebre muy rápida que siempre se jactaba de su velocidad. Saltaba de un lado a otro, corriendo y dejando a todos los demás animales muy atrás. "¡Soy la más rápida de todos!" se reía, mientras los demás la miraban. Un día, la tortuga, que vivía tranquilamente en un rincón del bosque, escuchó a la liebre alardear de su destreza una vez más. Cansada de tanto oírla, la tortuga decidió hablar. "¿Por qué no me desafías a una carrera? Estoy segura de que ganaré La liebre se rió al escucharla. "¡Tú, una tortuga, quieres competir conmigo! Eso es una broma", exclamó. Pero, por alguna razón, decidió aceptar el desafío. El día de la carrera llegó, y todos los animales del bosque se reunieron para ver el espectáculo. La liebre estaba emocionada, con sus piernas largas y ágiles, mientras que la tortuga, tranquila y serena, se colocaba en su lugar para empezar la competencia. La liebre salió disparada como un rayo, saltando con rapidez entre los árboles y cruzando el primer tramo de la carrera en segundos. Miró hacia atrás y vio que la tortuga estaba todavía en el primer paso. Con una sonrisa de satisfacción. Así que la liebre se echó a un lado del camino, bajo la sombra de un árbol, y se quedó dormida. Mientras tanto, la tortuga seguía su camino, A lo lejos, los animales observaban con asombro cómo la tortuga avanzaba y avanzaba, sin detenerse. ¡Está ganando!" gritaban emocionados. La liebre continúa dormida. Pero cuando la liebre despertó, el sol ya estaba más bajo en el cielo. Se levantó rápidamente, mirando alrededor, y vio, para su sorpresa, que la tortuga ya estaba cerca de la meta. Corrió lo más rápido que pudo, pero la tortuga, imparable y decidida, ya había cruzado la línea de llegada. Los animales del bosque comenzaron a aplaudir, celebrando el triunfo de la tortuga. Después de la carrera, la liebre se sintió avergonzada, pero también agradecida por la lección que la tortuga le había dado. Durante algunos días, la liebre caminó por el bosque con la cabeza baja, reflexionando sobre su actitud. Sabía que había sido arrogante y que, aunque su velocidad era impresionante, su falta de paciencia había sido su mayor fracaso. He aprendido que ser rápido no es suficiente, y que debe ser más constante y humilde. Me gustaría saber si podrías enseñarme a ser más como tú, más paciente. La tortuga, que siempre había sido sabia y generosa, miró a la liebre y se acercó con una sonrisa tranquila. "Claro, liebre, todos podemos aprender unos de otros. La velocidad es una gran habilidad,pero la paciencia es una virtud que nos ayuda a superar obstáculos y llegar a donde queremos. La tortuga invitó a la liebre a unirse a ella en una actividad que nunca antes había probado la liebre: cultivar un pequeño huerto en el bosque. La tortuga le explicó que, al igual que en una carrera, lo importante no era apresurarse, sino ser constante, cuidar cada detalle y trabajar paso a paso. La liebre, aunque al principio algo impaciente, ganó el desafío y comenzó a sembrar semillas. Con el tiempo, la liebre se dio cuenta de que cultivar el huerto requería paciencia. No podía acelerar el crecimiento de las plantas ni saltarse el proceso de cuidarlas. Cada día debías cuidarlas, asegurarte de que tuvieran suficiente luz solar y protegerlas de los animales. Poco a poco, comenzó a disfrutar del proceso, aprendiendo a relajarse ya trabajar con constancia.