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Muere en Nicaragua el expresidente de El Salvador, Mauricio Funes

El expresidente salvadoreño Mauricio Funes, quien vivía en Nicaragua protegido por el régimen de Daniel Ortega, falleció la noche del martes 21 de enero de 2025, confirmó el Ministerio de Salud nicaragüense. Horas antes, el Minsa había informado que Funes de 65 años, se encontraba en "extrema gravedad", por diversas dolencias crónicas. Casi a la medianoche del 21 de enero, la institución informó que había fallecido como resultado de los mismos padecimientos, sin brindar mayores detalles. Medios salvadoreños informaron que Funes pudo haber muerto de complicaciones renales y hepáticas. Periodista de profesión, Mauricio Funes gobernó su país entre el 2009 y 2014. Fue el primer presidente que llegó al ejecutivo encabezando un gobierno de izquierda, tras una alianza electoral con el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Funes residía en Nicaragua desde 2016 como asilado, y había logrado la ciudadanía de parte de la dictadura Ortega Murillo, con la que mantuvo estrechas relaciones. En 2019, CONFIDENCIAL reveló que el exmandatario salvadoreño devengaba sin razones, un salario en la cancillería nicaragüense, superior a los 2700 dólares, equivalentes a 90 080 córdobas al cambio oficial. Haber recibido la nacionalidad nicaragüense impedía que fuera extraditado a El Salvador, donde era reclamado por varios delitos de corrupción. El ex presidente tenía 3 órdenes de captura en su contra. Había sido condenado, en julio de 2023, a 6 años de prisión por defraudación al fisco, en modalidad de evasión de impuestos; en mayo del mismo año fue condenado a 14 años más por agrupaciones ilícitas e incumplimiento de deberes; mientras que, en junio de 2024, sumó otros 8 años por un delito de casos especiales de lavado de dinero y activos. Funes negó las acusaciones y alegaba que eran producto de persecuciones políticas. Hasta el cierre de esta edición, no se conocía alguna reacción de parte del presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien era un fuerte crítico de su gestión, y había prometido llevar a Funes ante la justicia salvadoreña, en sus primeros 100 días de mandato, de su primer gobierno.