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La inmigración en Misiones

La actual población de Misiones es una de las más diversas del país, debido a que es el resultado de un largo proceso de mestizaje de pueblos y culturas diferentes. Mestizaje significa que personas provenientes de culturas distintas se mezclaron entre sí para conformar la actual realidad socio-cultural que caracteriza a Misiones. El aspecto determinante de este fenómeno fue el de la inmigración, o sea, la llegada a la provincia de miles de personas provenientes de otras regiones del mundo. Primero, recordemos que nuestro territorio, antes de los inmigrantes, estuvo ocupado por el pueblo originario guaraní, que también forma parte de este mestizaje. En términos generales, hay tres vertientes de inmigración. Una, que se inició previamente a la llegada de los europeos y que aún hoy perdura, que es la inmigración desde los países vecinos: Paraguay y Brasil. La otra, que también es antigua y que en los últimos años se intensificó, es la inmigración interna de argentinos que vienen a vivir a Misiones desde otras provincias. Por último, la inmigración de los colonos desde Europa. La llegada masiva de extranjeros europeos se inició a fines del siglo XIX y se intensificó durante la Primera Guerra Mundial, momento en que millones de personas escaparon del continente para huir de la guerra y del hambre. La Argentina recibió a millones de inmigrantes y nuestra provincia no fue ajena a este proceso migratorio. El arribo de los colonos ser desarrolló de tres maneras: En primer lugar, la colonización pública organizada por el Estado, mediante incentivos para la llegada de inmigrantes a la zona sur. Durante el gobierno de Juan José Lanusse, a fines del siglo XIX, se instalaron las primeras familias de ucranianos y polacos en Apóstoles, Azara y demás pueblos de la zona. En segundo lugar, la colonización privada, desarrollada por empresarios colonizadores que compraban grandes extensiones de tierra y traían inmigrantes directamente desde Europa. Este mecanismo se registró, sobre todo, en la costa del Paraná. De allí se originan Eldorado, fundado por el empresario Adolfo Schwelm, y Puerto Rico y Montecarlo, creados por En tercer lugar, la inmigración espontánea, que ingresó al territorio a través de las picadas abiertas en el monte. En su mayoría, eran contingentes de escandinavos, alemanes, polacos, franceses, etcétera, que habían pasado previamente por Brasil y, de allí, ingresaron a Misiones. Estos grupos comenzaron a ubicarse en la zona centro, en los actuales departamentos de Oberá y Leandro N. Alem. Es por ello que a Oberá se la conoce como la capital nacional de los inmigrantes, debido a la presencia de numerosas colectividades. Misiones es una sociedad muy diversa en términos culturales debido a estos procesos migratorios y al mestizaje que se dio en su población. Ser tan diferentes unos de los otros es algo que nos fortalece como pueblo, ya que nos brinda una riqueza de saberes, experiencias, credos y maneras de mirar al mundo que nos permite contar con mayores herramientas para afrontar los problemas de la actualidad y del futuro.