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El diseño de precisión en un trasplante capilar

Cuando los hombres y las mujeres toman la decisión de realizarse un trasplante de pelo para mejorar su imagen personal, deberán tener muy en cuenta que los folículos pilosos de su cabeza no trasplantados seguirán sometidos al proceso natural de la calvicie común. Esta máxima demostrará toda su eficacia preventiva si el paciente decide intervenirse en un país diferente al de su residencia habitual, ya que los tratamientos posquirúrgicos y las consultas periódicas con el cirujano especialista "son fundamentales" para que el pelo trasplantado crezca con fuerza y vigor. Es más, si el paciente queda insatisfecho del resultado del primer trasplante capilar, porque el diseño y la ejecución de la microcirugía no ha colmado sus expectativas, necesitará, en muchas ocasiones, "un milagro para que vuelva a lucir el pelo que sueña ante el espejo", asegura el Dr. Eduardo López Bran. Este dermatólogo y experto cirujano a nivel mundial, director médico de la madrileña Clínica Imema, ha tenido que emplear toda su experiencia capilar para ayudar a Joan Guirado a recuperar ciertas sensaciones de felicidad. Joan se realizó a los 28 años un primer y decepcionante trasplante capilar en Turquía. Su pelo trasplantado, 1.800 unidades (folículos pilosos), ha crecido con normalidad, pero pierde de forma galopante el pelo no trasplantado. También, el diseño previo de dicho trasplante capilar no tuvo en cuenta las visibles entradas o golfos que se originan en el cuero cabelludo, más en los hombres... Joan luce una calvicie en forma de "V" en la zona frontoparietal de la cabeza. Además, en la capital otomana le dejaron "casi arrasada" la zona donante, en su nuca; circunstancia que condiciona de forma sustancial el éxito de un segundo trasplante en la zona receptora. Aún así, el Dr. López Bran le ha realizado una microcirugía de trasplante capilar precisa y definitiva, que necesitará ser complementada con un tratamiento de micropigmentación de las cicatrices anárquicas del primer trasplante ejecutado en Turquía. Y mientras el nuevo pelo trasplantado crece y demuestra su pujanza, con máximo esplendor dentro de un año y medio, Joan recibirá sesiones de dutasteride cada tres meses, una terapia que revitaliza todos los folículos pilosos supervivientes.