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La cartera de Moheda de Gata y Huélaga

La Medalla de Oro de los Premios Extremadura de Turismo le otorgaba yo a Nuria Sánchez Paule, afable cartera de Moheda de Gata, una pedanía del municipio de Gata, y de Huélaga, exigua localidad situada a las faldas de la sierra, ya en la comarca del Valle del Alagón, al norte de la provincia de Cáceres. R. Fuentes | F. de la Cruz | V. García [Martes, 1 de junio de 2010] [12.10] Y es que, además de repartir las cartas del correo, Nuria también se ocupa de administrar los Apartamentos Rurales La Solana , un reducido negocio familiar en Robledillo de Gata, una de los pueblos más atractivos de Sierra de Gata, declarado por la Junta de Extremadura Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico-Artístico. Pero no es por la calidad y excelencia del establecimiento que regenta ni por su trayectoria profesional turística que también que premiaba yo con la preciada medalla de oro a esta entrañable y singular cartera serragatina, sino por sus inigualables condiciones y mejor disposición para la promoción del turismo en la provincia de Cáceres. Igual que el jamón es el embajador indiscutible de la gastronomía española, Nuria lo es de la esencia y valores que entraña Sierra de Gata y las comarcas adyacentes. Así, proclama a todo aquel que tenga la dicha de conocerla u hospedarse en sus apartamentos -"ideales para dos personas, o parejas con uno o dos niños, que quieran venir a pasar unos días a Robledillo de Gata"-, la espectacularidad del paisaje. Y, en el inventario hidrológico, enumera un sinfín de cascadas por las que el agua, al precipitarse, ruge de contenta. A la cartera le puede la emoción ante la hermosura de la sierra. "Son zonas de paz", asegura. Otro de los grandes atractivos de Sierra de Gata son las rutas de senderismo, "muy bien señalizadas", enlazando algunas de ellas con el sendero de Gran Recorrido GR-10, y europeo E-7, integrado dentro de la red de Senderos Europeos de Gran Recorrido, y que aprovechando caminos, calzadas, cordeles y cañadas, atraviesa "la diversidad paisajística" de Valencia, Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León, y Extremadura, para finalmente adentrarse en tierras portuguesas. El viajero, "también puede participar en las labores del campo; conocer las fiestas y costumbres de cada pueblo; comprobar cómo se elaboran los dulces típicos", ofrece. "Una de las cosas que a mí me llama muchísimo la atención -dice son esas fiestas ancestrales, que se remontan incluso a la época de los celtas, donde se mezclan lo pagano y lo religioso". Además está la naturaleza, "que es impresionante". Y la gastronomía; desde el aceite de oliva virgen extra de la Denominación de Origen Protegida Gata-Hurdes, "maravillosa, riquísima y muy saludable", hasta la fruta. En la sierra impera "un microclima benigno en el que no hay temperaturas extremas; ni 40º ni bajo cero", se involucra la cartera en la coreografía del turismo.