У нас вы можете посмотреть бесплатно ¡Sólo Debes Confiar en DIOS! Con la Fé en Dios lo que Parecía Imposible se Volverá POSIBLE или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
Amados hijos míos, hoy quiero hablarles desde lo más profundo de mi corazón, con una ternura que no se apura y con una paz que no se rompe. Estoy aquí, muy cerca, como quien se sienta a tu lado sin hacer ruido, como quien llega y no exige nada, solo acompaña. Mi amado corazón, si hoy tus manos están un poco cansadas, si tu espalda recuerda años de carga, si tu mente se despierta a veces con una preocupación silenciosa, quiero que sientas esto con claridad: no estás sola. No estás olvidada. No estás al margen. Estás conmigo, y tu vida tiene un valor inmenso ante mis ojos. Quiero que respires despacio, mi alma querida. No hay prisa en este momento. Imagina el silencio suave de tu hogar cuando la tarde se va acostando, cuando el sol se vuelve más tibio y las sombras empiezan a estirarse por la sala. Tal vez estás sentada en una silla que ya conoce tu historia, una silla que ha visto tus alegrías, tus lágrimas, tus esperas, tus pequeñas rutinas que parecen sencillas, pero que guardan una fe perseverante. Yo conozco cada día que has vivido. Conozco las veces que has sonreído por otros aunque por dentro estuvieras agotada. Conozco las noches en que hablaste conmigo en voz baja para no despertar a nadie, y sin embargo tu oración subió como un perfume hasta mi presencia. Mi corazón precioso, hay vidas que se vuelven sabias no porque no hayan sufrido, sino porque aprendieron a mantenerse de pie incluso cuando las fuerzas no alcanzaban. Tú has amado mucho. Has sostenido mucho. Has cedido muchas veces tu comodidad para cuidar, para consolar, para hacer lo necesario. Y a veces, en ese dar constante, el alma se queda en silencio… como si nadie preguntara cómo estás tú, como si nadie notara tus batallas internas. Hoy yo sí las noto. Hoy yo te miro con una atención profunda, con una mirada que no juzga, con una mirada que abraza. Y vengo a decirte que tu cansancio no me asusta, tu edad no me aleja, tus preguntas no me incomodan. Yo no me alejo de ti cuando estás frágil; yo me acerco más.