У нас вы можете посмотреть бесплатно DIOS NO SE ATRASA TE ´PREPARA | DANIEL HABIF или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
Hay momentos en la vida en los que sentimos que el cielo guarda silencio. Caminamos con el corazón cansado, con la mirada llena de dudas y con la sensación de que Dios se está tardando demasiado con aquello que le hemos pedido. Y mientras avanzamos, sentimos que cada día pesa un poco más que el anterior. El tiempo se vuelve un enemigo, la espera un desierto, y la incertidumbre un murmullo constante en la cabeza. Pero hoy quiero decirte algo que quizá puede cambiarte la vida: Dios no se atrasa, Dios te prepara. Él no se mueve según tu calendario, Él se mueve según tu crecimiento. Hay instantes en los que miras al cielo y preguntas: “Dios, ¿por qué tarda tanto? ¿Será que no me escucha? ¿Será que no soy suficiente?” Y ahí, justo donde crees que no pasa nada… Dios está moviendo todo. La preparación divina casi nunca se ve en el momento, pero siempre se entiende después. Si estás viendo este video, no es casualidad. Estás aquí porque tu alma necesita recordar que la demora no es abandono, es alineación. Es más, escribe en los comentarios: “Estoy siendo preparado”, para que tu propia declaración te acompañe en este proceso. A veces Dios te frena porque donde estás avanzando, no estás listo para sostener lo que pediste. ¿De qué serviría que te entregara una bendición que tu carácter no puede cargar? ¿De qué serviría que te abriera una puerta si tu corazón no está firme? Dios no quiere que llegues rápido; quiere que llegues completo. Y llegar completo siempre requiere formación, requiere pruebas, requiere momentos incómodos y silencios que parecen interminables. Permíteme contarte una historia… Había un joven llamado Samuel. Él soñaba con tener un negocio propio: soñaba con libertad, con éxito, con superación. Pero los días pasaban y nada ocurría. Intentaba y fallaba, intentaba una vez más y volvía a caer. Y cada vez que oraba, sentía que Dios guardaba silencio. Hasta que un día, frustrado, se quejó: “Señor, si ya lo quiero, si ya lo deseo, ¿por qué no me lo das?” Y ese mismo día, se encontró con un anciano en una cafetería. Un anciano desconocido, pero que al verlo le dijo algo que parecía salido del corazón de Dios: “Hijo, la fruta madura se cae sola. Pero si la arrancas antes de tiempo, se daña. ¿Qué prefieres ser tú: una fruta que se cae por su tiempo o una que se arranca por desesperación?” Samuel quedó paralizado. Ese fue el día en que entendió que Dios no lo estaba ignorando… Dios lo estaba madurando. Si esta historia también te hace sentido, déjamelo saber en los comentarios. Porque escucha esto: no puedes construir un tercer piso cuando apenas estás reforzando los cimientos. Dios no permite retrasos para frustrarte; los permite para sostenerte. Porque cuando Él te entregue lo que te ha prometido, lo hará de una manera tan grande que necesitarás estabilidad emocional, claridad mental y un carácter fortalecido para sostenerlo. Dios sabe cuándo estás listo. Tú crees que sí lo estás, pero Él ve cosas que tú no ves. Él conoce peligros que tú no has detectado. Él conoce personas que no deben entrar en tu