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Hoy quiero hablarte de un enemigo silencioso que contamina el alma: la lascivia. Puede parecer inofensiva al principio, un simple pensamiento, una mirada… pero si no la detenemos, puede consumirnos desde adentro. La lascivia es el deseo desordenado, fuera de los límites que Dios diseñó. No es simplemente sentir atracción; es permitir que el deseo controle nuestra mente, nuestro corazón y nuestras acciones. La Biblia lo deja claro en Gálatas 5:19: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia…” Cuando permitimos que esos deseos nos dominen, nuestro corazón se endurece y dejamos de sentir la presencia de Dios. Efesios 4:19 nos advierte: “Después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.” ¿Te das cuenta? La lascivia no solo ensucia el cuerpo, también apaga nuestra alma, adormece nuestra conciencia, nos aleja de la voz de Dios. Pero hay buenas noticias: ¡en Cristo podemos vencer la lascivia! ¿Cómo? Primero: llena tu mente con la Palabra de Dios. Salmo 119:9 dice: ”¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.” Segundo: cuida tus ojos y tus pensamientos. Jesús dijo en Mateo 5:28: “Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en su corazón.” Tercero: busca ayuda espiritual. ¡No estás llamado a luchar solo! Necesitas oración, necesitas comunidad, necesitas caminar con otros que también buscan la santidad. Y sobre todo: enfócate en el amor verdadero. 1 Tesalonicenses 4:3 nos recuerda: “La voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación.” Hoy te desafío: ¡no aceptes vivir prisionero del deseo desordenado! Jesucristo te ofrece libertad, pureza y una vida llena de propósito. No importa cuántas veces hayas caído, ¡siempre hay perdón y restauración en Él! Hoy puedes decidir empezar de nuevo, caminar en victoria y llenar tu corazón no con deseos que destruyen, sino con la presencia viva de Dios. ¡Este es tu momento! ¡Dios te llama a vivir en libertad! #fe #vencer #creer #cristo