Pedro el Grande 2/3 скачать в хорошем качестве

Pedro el Grande 2/3

Con subtítulos en castellano. Personalmente revisados pero con algunas dudas entre corchetes. Se admiten sugerencias de oídos más finos ; ) Segunda parte de la teleserie de 1986 "Pedro el Grande" que, con la participación de actores como el austríaco Maximilian Schell, británicos como Laurence Olivier y Vanessa Redgrave, así como el egipcio Omar Sharif, logró a finales de la Guerra Fría una notable colaboración artística entre los grandes contendientes de la época, permitiendo que una producción estadounidense rodara en la misma URSS. ALERTA DE SPOILER... ¿HISTÓRICO? Un detalle importante es quitarnos de la cabeza que aunque "tsar" venga de "césar" como "kaiser", no supone necesariamente que hablemos de un imperio y un "emperador". Según la wikipedia y otras fuentes, el Imperio Ruso no existe hasta 1721, es decir, hasta la muerte de Pedro el Grande, de modo que durante su vida sólo podemos hablar de "reino", "Estado" o "potencia", y si encontráis algún error en la traducción relacionado con esto, por favor, hacédmelo saber. Como ya he tenido oportunidad de comprobar, dadas las evidentes dificultades para encontrarla en castellano y sirviéndome del inglés, algunos (no todos: ej. Nicolaes Witsen fue real y en aquella época fue un especialista en asuntos rusos) de los hechos retratados no son exactos: Cuando se refieren al Palacio de Madera de Preobrazhenskoye, éste se encontraba en realidad en Kolomenskoye, junto al río Moscova, detalle importante si Pedro ha de conocer la colonia extranjera gracias al río (https://goo.gl/maps/rNykmd51VYB2). El topónimo de Preobrazhenskoye fue elegido, seguramente, por el hecho de que fue allí donde Pedro formó sus regimientos personales y realizó sus maniobras militares, "juegos de soldaditos" a ojos del Kremlin. Dicho cuerpo, llamado Regimiento Preobrazhenski, se convertiría con el tiempo en la guardia personal del zar; Su leal Aleksandr Danílovich Ménshikov no le llegó porque le salvara la vida, sino por medios más indirectos; Y el zar no era ningún cuarentón endurecido, ni su hijo Alexis un posadolescente, cuando Pedro regresó a Rusia en 1698 y ejecutó a los rebeldes streltsí, ya que sólo tenían 26 y 8 años respectivamente... La exageración en la dramatización, a mi juicio, puede responder a dos causas: Internas, por exigencias de un guión que, a pesar de durar 6 horas, necesita relacionar claramente hacia el final la suprema demostración de "crueldad" de Pedro en la ejecución por su propia mano de los rebeldes y la supuesta traición por la que Alexis sería finalmente acusado y ejecutado; Externas, no ya por seguir la fabulosa tradición propagandística del cine ruso tan brillantemente desarrollada por Sergei Eisenstein, la cual en aras de denostar en lo posible las cualidades despóticas del antiguo régimen imperialista ruso bien puede haber representado un buen argumento a favor de la colaboración con los democráticos americanos, sino por la fuerte empatía que pese a todo suscita entre el público la lucha en solitario de un hombre que trata de "hacer lo correcto" aunque tenga que ser contra todo y contra todos, para modernizar Rusia y evitar que siga siendo el bárbaro primo pobre de los europeos. En plena crisis del régimen comunista, con revueltas populares en casi todos sus estados satélite, resulta sintomático de una terrible agonía el que a la URSS no le quedase sino tirar de sus queridas analogías filmográficas para que sus futuros socios occidentales tuvieran bien presente todo lo que había logrado para su país antes de desaparecer. Pero, por supuesto, ésta es mi opinión y estaré encantada de abrir la discusión con cualquier interesado en dejar un comentario.