Reunión Hogareña | Comunión con Dios скачать в хорошем качестве

Reunión Hogareña | Comunión con Dios

En esta reunión hogareña seguimos profundizando en dónde comenzó realmente el problema del hombre. No en una conducta externa, no en un pecado moral aislado, sino en un cambio de centro, de gobierno y de lealtad. Vimos que el pecado original no fue simplemente comer un fruto, sino querer ocupar el lugar que solo le corresponde a Dios. Desde ese momento, el ser humano dejó de vivir bajo la voluntad de Dios y comenzó a definirse a sí mismo como referencia. A lo largo de la enseñanza abordamos una pregunta clave: 👉 ¿Cómo sabemos si estamos realmente en la doctrina apostólica? 👉 ¿Cómo discernir si nuestra fe es genuina o solo una experiencia espiritual imaginaria? La Escritura es clara: La comunión con Dios no puede separarse de la comunión con el cuerpo. 📖 “Si decimos que tenemos comunión con Él y andamos en tinieblas, mentimos… pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros” (1 Juan 1:6–7). Analizamos el término koinōnía desde el griego original, entendiendo la comunión no como algo privado o individual, sino como una participación mutua, una vida compartida bajo una misma realidad espiritual. También vimos cómo las primeras corrientes gnósticas intentaron separar la espiritualidad del cuerpo, dando origen a ideas que siguen presentes hoy, como: “Mi relación con Dios es solo personal.” “Yo amo a Dios a mi manera.” “Dios conoce mi corazón, aunque mi vida no cambie.” “No necesito congregarme.” La Escritura responde con claridad: 📖 “De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido… recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:16). Finalmente, estudiamos 1 Juan 2:15–17 y entendimos que el “mundo” no es el planeta ni las personas, sino un sistema de valores opuesto al gobierno de Dios, resumido en tres áreas: Los deseos de la carne Los deseos de los ojos La vanagloria de la vida Vimos cómo estas mismas tentaciones aparecen en la tentación de Jesús (Mateo 4 / Lucas 4) y cómo Cristo venció en todo, para darnos una victoria completa. 💬 Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Esta reunión no es un servicio religioso, sino una vida compartida alrededor de la mesa, donde Cristo vuelve a ocupar el centro y la fe se expresa en amor real hacia los hermanos.