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Letra, voz, piano, violín, producción musical, grabación, filmación y edición de video: Manuel Vainstein (@manuchoelrapsoda) Mezcla: Renzo García (@renzoojg) Masterización: Manuel Cano (@colo.cano) Poema: Llueve fácil en cristal opaco, deseas olas aunque temes nubes. Este suspiro no es despacio, y este beso fenece en el aire. Como un silencio de los ríos, sueño gotas y me sueñan piedras. Abro lo que se abre al astro que es extinguido por luz prójima. ¿Los vacíos saben desdoblarse? ¿El olvido llena el cántaro de un alma dulce? Abro los brazos al cielo que aman, sigo su flecha ciego y con mi incógnita. Sólo un héroe podría. Podría no volver a marchitar las aguas. Si mis labios mojan otros, soy sin corteza de rayo en la noche, como tus ojos al cerrarse el cielo, como tu hambre inerme que en el agua ahogó su espanto. Que el beso duela o que el beso dude son síntoma de tumba o de fortuna ebria; porque si huérfanamente canta la voz santa, no habrá eco en palidez ninguna de ninguna piedra. ¿Cómo regalar este silencio doloroso, si un puñal sólo hiere si no existe? ... Mares blancos hondos de murmurios esperan que la luz ahuyente los cadalsos. Tu música me hirió; recuerda la fragilidad de las fragilidades. Vivías libre, como ave libre, y yo quise aprender tus plumas tersas. En pálido retorno hacia tu dicha, hurgué en mí hasta sangrar lo más azul posible. Deja que esta música sea música, sólo tú eres capaz de hacer que lo sea. Huye de la comedia de lágrimas, no me des besos que no son propios de alguien que besa. Haré que el agua deje de fluir para que se convierta verdaderamente en agua. Empezaré a perdonarme mis fracasos, y dejaré de perdonarme mis traiciones.