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CAPITAL DE GRACIAS SCHOENSTATT

En Schoenstatt siempre encontrarás gente feliz, contenta, con mucho ánimo y lista para servir. La característica que más se puede observar en una persona Schoenstattiana es la Alegría, esto da como resultado gente sonriente, feliz, dinámica, activa, participativa y comunitaria. En Schoenstatt siempre estamos en comunidad, trabajando conjuntamente, esforzándonos en Ideales comunitarios y personales. Y, todo esto, ¿Qué tiene que ver con el Capital de Gracias? ¿Qué es el Capital de Gracias? ¿A qué nos llama? ¿Por qué surge? Hablemos de “El Capital de Gracias”… La gran tinaja del santuario de Schoensttat simboliza las “contribuciones al capital de gracias“, es decir, los sacrificios personales y las oraciones que las personas entregan a la Virgen en la alianza de amor y a través de las cuales piden su intervención para atraer la Gracia de Dios. La jarra asocia la situación bíblica de las bodas de Caná: a petición de María, Jesús convirtió el agua que los sirvientes habían llenado en jarras vacías, en un vino excelente para que la celebración de las bodas pudiera continuar sin problema. También hoy, María pide a su Hijo su intervención milagrosa. Le tiende a ÉL el “agua“ de las pequeñas contribuciones que le traemos con fe y confianza y le pide que las transforme en “vino“, en bendiciones para hoy, que se vierten en todos los peregrinos que acuden a su Santuario. De esta forma nos podemos convertir en una bendición para los demás. El Capital de Gracias es un elemento distintivo de Schoenstatt: la presencia de la Sma. Virgen (Nada sin Ti); y la colaboración humana (Nada sin nosotros) Los jóvenes co-fundadores de Schoenstatt se unían en oración y sacrificio con la intención común de que la Virgen hiciera nacer, desde el Santuario, un movimiento de renovación para el tiempo actual. «Capital de Gracias» es una expresión gráfica para describir este proceso vital. Tal como el Señor recurre en el Evangelio a términos o realidades de orden económico (los talentos, por ejemplo), así también lo hace el P. Kentenich. El capital es esencial para movilizar las empresas. Nuestro «capital» son las obras meritorias, todo lo que hacemos, rezamos y sufrimos con amor, lo ofrecemos a María como don de nuestro amor. El Capital de Gracias es así, en primer lugar, una reafirmación práctica del carácter «aliancista» de toda vida cristiana y de la schoenstattiana en particular. El Padre Kentenich invita a los jóvenes, por las contribuciones al Capital de Gracias, a entrar de inmediato en acción: No basta la buena voluntad, sino que hay que comenzar a santificarse mediante hechos concretos, adquiriendo muchos méritos, realizando obras buenas, cumpliendo fielmente el deber de cada uno y rezando mucho más que antes para llevarlo todo al Santuario y formarle a Maria un Capital de Gracias del que Ella pueda disponer a voluntad. La Pedagogía de Schoenstatt busca formar un hombre nuevo en una nueva comunidad, pero, ¿Esto que significa y qué tiene que ver con el Capital de Gracias? Para el Padre Kentenich, hacer que cada Schoenstattiano llegue a descubrir el motivo por el cual Dios lo creo, es decir, su propósito en la vida o, como decimos en Schoenstatt: Su Ideal Personal. Es la base fundamental del Movimiento de Schoenstatt, siempre trabajó, el Padre Kentnich, para que cada uno de nosotros saquemos a relucir ese hombre nuevo que llevamos dentro y que, en ocasiones, se ve eclipsado por que queremos ser “copias” de las personas que están de “moda” o que marcan las tendencias de la época. “Descubrir” nuestro Ideal Personal es solo el comienzo de una gran aventura, lo que sigue es ser consecuentes con lo que hemos descubierto y que siempre hemos llevado dentro. Así que, lo mejor para cada uno de nosotros es autoformarnos, autoeducarnos bajo la protección de María… ¿Y esto es divertido? No solo es divertido, es maravilloso moldear al hombre que llevamos dentro, para esto LOS OFRECIMIENTOS AL CAPITAL DE GRACIAS son muy importantes, porque nos permiten desafiarnos como personas para lograr fortalecer nuestras debilidades y apuntalar nuestras fortalezas. Por eso vemos siempre gente alegre, por que están en la lucha, por medio de sus ofrecimientos, para ser cada día mejores personas. Es muy grato AGRADECER A DIOS POR SUS BONDADES Y APORTAR ESTOS AGRADECIMIENTOS AL CAPITAL DE GRACIAS, entendemos, como hijos de Dios y Schoenstattianos, que todo en Dios es Bueno y es Bueno todo lo que hace, y que, a pesar de que a veces, las cosas que nos llegan no sean las más agradables, aún así agradecemos lo bueno y lo malo, lo alegre y lo triste, la risa y el llanto, los golpes y las caricias, si, TODO podemos agradecerlo a Dios, voltear hacia arriba y agradecer por estar vivos, por ser hijos de Dios!... Incluso hay cosas, que están fuera de nuestras manos, que nuestra mente no puede concebir, que como humanos no podemos resolver, ahí llega el momento de nuestras PETICIONES QUE TAMBIÉN PODEMOS PONER EN MANOS DE DIOS Y DE MARÍA COMO APORTACIONES AL CAPITAL D