У нас вы можете посмотреть бесплатно El crimen de Ana Enjamio | Vigo, España 2016 🇪🇦 (Documental y debate) или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
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El Crimen de Ana Enjamio conmocionó a la ciudad de Vigo en diciembre de 2016. Ella era una joven ingeniera con un futuro prometedor que se vio truncado por César Adrio, un compañero de trabajo con el que tuvo una corta relación. Éste se obsesionó con ella y la asesinó a puñaladas. César Adrio planteó su defensa, por el crimen de Ana Enjamio, situándose en el epicentro de un cúmulo de circunstancias fortuitas. Nadie, en el jurado popular, creyó su delirio de incongruencias. El veredicto condenatorio fue unánime y la sentencia de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra lo detalla en su fallo: 25 años por asesinato con alevosía y ensañamiento con el agravante de parentesco y de género; 20 meses por un delito de acoso, y 3 años 8 meses por un delito de vulneración de la intimidad. 30 años en total. La estrategia exculpatoria no dejó espacio para las evidencias científicas o los antecedentes de su relación sentimental «tormentosa» con la víctima. La misma que ella rompió. Adrio, en el juicio, apostó por construir «de una forma casi conspirativa una red de indicios en contra» de sí mismo, hasta el punto de intentar esquivar una de las mayores pruebas contra él: restos suyos de ADN en la ropa de la víctima tras la noche del crimen (madrugada del 17 de diciembre del 2016). «Hábilmente se ha querido exponer que las relaciones entre la fallecida y el acusado en las semanas previas al asesinato no eran para nada tensas, y que en absoluto estaban marcadas por una actitud de rechazo de ella hacia las pretensiones de César, por lo que no existiría un móvil por parte del acusado en querer acabar con la vida de ella, y bien podían haber sido tercera o terceras personas, y con otro móvil, como el sexual, las que podían haber cometido el tremendo desenlace». El castillo de naipes se hizo más insostenible en cada vista. Adrio, acorralado por las pruebas, no dudó de sacar un as de la manga en forma de escena falsa para justificar la presencia de ADN suyo en la ropa de la víctima: juró que habían bailado juntos en la cena de Navidad de la empresa en la que trabajaban ambos, también que le hizo un masaje en los pies, o que tuvo un escarceo con ella en el baño. Adrio, una vez más, no engañó a nadie: «Si bien es comprensible que quiera efectuar todas estas alegaciones para justificar el contacto físico que haya dado lugar a un trasvase de los restos suyos hallados en la vestimenta de la víctima, todo ello se antoja inconsistente por falta de corroboración alguna. Ninguno de los testigos presentes parece haberse fijado en todos estos datos, y a las amigas —a las que había contado las circunstancias de su relación con el acusado— no podían habérseles escapado tales encuentros durante la cena con César». Hechos desagradables Los hechos probados en el momento de la muerte son especialmente desagradables. La sentencia recoge el uso de un «cuchillo o arma blanca que portaba y que no ha sido encontrada, con el que agredió repetidamente con la intención de acabar con su vida, pero, además, de aumentar el sufrimiento de la víctima, a la que pasó el arma blanca por el escote, ejerciendo una presión sobre la piel, pero sin llegar a cortársela, para clavársela finalmente, y de forma reiterada, en el cuello en el cuerpo ocasionándole 28 heridas corto punzantes, de las que 21 de ellas fueron en la mama izquierda, alcanzando 12 el corazón, que fue atravesado en 6 ocasiones. Este número y entidad de las heridas ocasionó a la víctima un shock hipovolémico, que le causó la muerte». Los hechos probados (la sentencia es recurrible) evidencian que Adrio «acabó con la vida de Ana Enjamio por su sentimiento de machismo y de dominación sobre ella, mujer que, si no iba a estar con él, no estaría con ningún otro». La sentencia incluso matiza una percepción del jurado popular, que no consideró la existencia de la agravante de género. No fue aprobada por mayoría de 6 a 3 votos. El presidente de la sala, Luis Barrientos, sí considera que se da esa agravante y lo expuso al argumentar la condena: «Estima el Tribunal del jurado que sí que debería ser apreciada si se hubiera dicho que la mató porque era su mujer, pero la doctrina legal va más lejos de esta interpretación, y determina que debe ser apreciada de una forma automática en este tipo de sucesos [...] no puede exigirse al tribunal del jurado una mayor fundamentación jurídica que va más allá de su función». El asesino que no supo aceptar un noEnjamio rompiese con él. Su relación comenzó en diciembre del 2015, vivieron juntos y ella la finalizó en julio del 2016. Los síntomas de la obsesión de Adrio afloraron al poco tiempo: «Inició a partir de entonces una conducta y que aplicó el conmigo o con nadie más César Adrio nunca aceptó que Ana de hostigamiento y control sobre ella, insistiendo en que volviera con él». #documental #crimen #españa