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Cada año, los estadounidenses consumen 2,500 millones de litros de esta bebida, y la mayor parte proviene de Florida, donde se recolectan y exprimen más de 3,000 millones de naranjas al año. Pero ¿cómo se convierten esas 3,000 millones de naranjas en más de 250 millones de litros de zumo? En este video se mostrará cómo se produce el zumo de naranja a escala industrial. La cosecha Una vez que las naranjas alcanzan su nivel ideal de dulzura, es momento de comenzar la cosecha. En algunos huertos, los trabajadores todavía recogen las naranjas a mano y las depositan con cuidado en bolsas. Pero, dado que la fábrica necesita millones de naranjas cada día, para la producción a gran escala se utiliza un método más rápido y eficiente, ya que las pequeñas imperfecciones no importan tanto si las naranjas van directamente a la exprimidora. Ahí entra en acción esta enorme cosechadora. Mientras avanza sobre los árboles, unos brazos vibratorios sacuden las ramas haciendo que las naranjas maduras caigan en un sistema de cintas transportadoras. Luego, se transfieren a un vehículo de recolección especializado llamado “goat”, que se desplaza en la hilera contigua. Con la capacidad de cosechar hasta dos toneladas por minuto (más de dos millones de naranjas al día). Tal vez te preguntes por qué algunas naranjas siguen estando verdes. Sorprendentemente, su color no tiene nada que ver con la madurez, sino con la temperatura, no con el tiempo. Las noches frescas pueden hacer que la piel se torne naranja, mientras que las noches más cálidas pueden devolverle el color verde. Pero no dejes que eso te engañe: estas naranjas verdes están tan maduras y jugosas como las de color naranja intenso. Mientras hayan alcanzado su tamaño completo, están perfectamente listas para exprimir. Cuando todas las naranjas han sido cosechadas, el camión goat las transporta a un semirremolque abierto llamado “góndola”, estratégicamente colocado para la carga. Una a una, los goats llegan y descargan su cargamento en la góndola, repitiendo el proceso hasta llenar el remolque con unas 120.000 naranjas. Para ponerlo en perspectiva, eso bastaría para producir alrededor de 10.220 litros de jugo de naranja fresco. Llegada a la fábrica Las naranjas descienden a una plataforma de enjuague antes de entrar en la fábrica. Allí se rocían con agua, luego pasan por cepillos giratorios que eliminan cualquier contaminante superficial, asegurando que todas estén impecables antes de llegar a la exprimidora. Una vez limpias, las naranjas pasan a la etapa de preselección. Inspectores minuciosos trabajan a lo largo de las cintas, desechando las que estén aplastadas, defectuosas o con signos de descomposición. Con las naranjas aceptadas, siguen adelante hasta encontrarse con una cama compuesta de miles de diminutos alfileres que perforan suavemente las cáscaras, lo justo para liberar los aceites esenciales que contienen; profundizaremos en ello en un momento. Luego, las naranjas se clasifican por tamaño a través de un sistema de rodillos que las separa según su diámetro. Aunque todas se destinen a la exprimidora, clasificar por tamaño permite que cada naranja se ajuste perfectamente al extractor adecuado. Extrayendo el jugo Por fin es hora de exprimir todo ese sabor y convertir estas naranjas en oro líquido. Las naranjas clasificadas se introducen e