У нас вы можете посмотреть бесплатно Tengo 25 años, pero mis padres me tratan como a una bebé или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
✨ ¡Ya puedes llevar nuestras historias a donde quieras! Encuéntranos en Spotify y no te pierdas ninguna ➤ https://tinyurl.com/historiademivida 🎧✨ “¿Dónde está mi bebita adorable?” “Dani, tu mamá está aquí. Dice que olvidaste tu almuerzo.” Como si no hubiese escuchado a mamá gritar a todo volumen desde abajo. Para empeorar las cosas, mi colega tuvo que anunciar su llegada por altoparlante. Las cincuenta personas que trabajaban ahí escucharon y comenzaron a reírse de mí. Bajé corriendo para hablar con mamá. “¡MAMÁAA! ¡Deja de avergonzarme! ¡Te dije que hoy tenía una cita para almorzar! Voy a salir con un tipo que me gusta.” “Sí cariño, lo recordé. ¿Pero y si no te gusta la comida ahí? ¡Yo cocino mejor que cualquiera de esos restaurantes!” Agarré el almuerzo y le di un abrazo porque no quería herir sus sentimientos. Cuando finalmente se fue, caminé de vuelta por las escaleras con la cara más roja que un tomate. “¡Oye Dani! ¡Bonito maquillaje!” “¿Tu mami te trajo el almuerzo de nuevo, eh?” “¡Niña grande!” “¿También te cambia los pañales?” “¡Jajaja!” Si piensan que esto es vergonzoso, sigan mirando, porque se pone peor. A veces me siento frustrada porque, aunque voy a cumplir treinta en cinco años, mis padres me tratan como a una niña pequeña. Cocinan todas mis comidas, me hacen la cama, limpian mi cuarto, me cuentan historias para dormir e incluso pretenden que use pañales para adultos para dormir… en caso de que moje la cama. A veces mi mamá también quiere darme un baño y tengo que luchar muy duro para que deje de hacerlo. Suena terrible, pero traté de entenderlos. Mis padres no pudieron tener hijos por alrededor de quince años. Trataron y trataron sin éxito cada vez. Así que supongo que cuando llegué la emoción los tenía por las nubes. Me consintieron desde que nací. Tenía la guardería más asombrosa que se puedan imaginar con cada uno de los juguetes para bebés que estaban de moda para ese entonces. Mis padres me llevaban con ellos a todas partes sólo para presumir. Nunca tuve niñera ni nada de eso. Cuando llegó el momento de comenzar el kindergarten, mis padres rompieron en llanto. No es broma. Yo estaba parada enfrente de mi clase sosteniendo la mano de mi profesora, bastante feliz de decir adiós. Pero ahí estaban ellos, abrazados como si fuese un funeral. ¿Creen que esto sólo pasó el primer día? ¡Jaja! Esto pasó todos los días durante un mes. Eventualmente, la administración de la escuela les dijo que no se les permitiría volver a ir a la escuela. Supongo que se imaginarán que la secundaria fue una vergüenza total. Rara vez tenía tiempo para mí misma - mis padres querían llevarme y recogerme de la escuela. Para poder divertirme un poco usualmente tuve que escaparme por la ventana de mi cuarto a altas horas de la noche. ¡Se negaban a considerar la idea de que yo estaba creciendo! Luego, llegó el momento de ir a la universidad y pensaba que finalmente tendría un respiro. Pero no. “Bebé Dani, ¿a qué universidad quieres ir?” “La Universidad de Nueva York” “¡Genial! ¡Compraremos un apartamento al lado de la universidad ahora mismo!” “¡NOOO!” “Dije la Universidad de Nueva York porque vivíamos en Montana y pensé que viajar todo el camino hasta Nueva York me daría un bien merecido descanso de mis padres. Podría disfrutar la vida universitaria, ir a la discoteca, salir con chicos y todo eso. Pero no. Decidieron que tendría que vivir con ellos y que cuando terminara la universidad, nos mudaríamos de vuelta a Montana. Lo bueno de eso era que siempre tenía comidas caseras y saludables esperándome. ¡Nada de fideos instantáneos para esta muchacha! No tenía que lavar mi ropa ni nada de estas cosas que aprobleman al típico estudiante universitario. Traté de mirar el lado bueno, pero a medida que iba creciendo, mis padres realmente comenzaron a irritarme. Ahora tenía veinticinco ¡y mamá todavía me llevaba el almuerzo al trabajo! Entonces…¿recuerdan a ese tipo con el que me iba a juntar al comienzo de la historia? Su nombre era Diego y me enamoré de él instantáneamente en nuestra primera cita. Planeó la salida más romántica que se puedan imaginar. Me recogió en la casa del vecino porque yo no quería que mis padres supieran mucho sobre lo que estaba pasando en mi vida. Me regaló veinticuatro rosas, me besó en la mejilla y luego me llevó a un mirador donde hicimos un picnic. Después de eso fuimos a un costoso restaurante y dimos un paseo romántico. Me sentía realmente satisfecha después de eso - pero no lo amaba por la comida. Él también tenía una personalidad increíble y pensé que éramos muy compatibles.