Tú al norte y yo al sur | Programa 5 скачать в хорошем качестве

Tú al norte y yo al sur | Programa 5

Programa: 5 | Emisión: 19/10/15 Después de que Antonio y Marian abandonasen el programa la semana pasada, siguen las eliminaciones. Un concursante andaluz y otro vasco tienen que dejar definitivamente el programa. Hasta que llegue ese momentos, ambos grupos continúan disfrutando de sus respectivas aventuras tanto en Ardales como en Getaria. Esta semana sudan la gota gorda, los vascos en un cortijo olivarero de la provincia de Jaén y los andaluces en pleno bosque norteño. La presentadora, Reyes Prados, servirá de hilo conductor a las peripecias de unos y otros. En su recorrido por Andalucía los concursantes vascos llegan con su anfitriona, Natalia Roig, a Jaén, cuna del aceite de oliva, y en concreto a Martos. Allí tendrán la oportunidad de descubrir de dónde proviene el aclamado oro líquido. En la finca El Madroño conocen las distintas variedades de aceite de oliva en una cata que les va a sorprender. Pero, ¿son capaces de distinguir entre un aceite y otro? Algunos de ellos demuertan tener un paladar muy fino… Antes de probarlo tendrán que sufrir la altas temperaturas andaluzas. Con 40 grados y vara en mano, experimentan lo que es trabajar en el campo vareando uno de los olivos del cortijo. De vuelta a Ardales, los vascos afrontan una nueva prueba que es clave para la deliberación del Consejo de Sabios. Doscientas cabras les esperan y tienen que ser capaces de agarrar sus ubres y sacar un poquito de leche. Mientras tanto, los andaluces se encuentran en el baserri con una pequeña sorpresa mañanera: la cocina queda clausurada y tienen que afrontar un día duro sin ni siquiera poder tomar un café. Su anfitrión, Gorka Aguinagalde, les va a acompañar a realizar una de las actividades más típicas del País Vasco: pasar una jornada en el monte. Suben el Pagoeta pero tienen que ir recogiendo por el camino lo que se vayan encontrando. Si consiguen llegar a la cima… el tesoro será suyo. Para terminar el día deben sacar fuerzas, aunque ya no les queden. Y es que un campo de hierba sin cortar les espera para que aprendan a segar. Un trabajo duro que tienen que realizar bajo la lluvia del País Vasco.