У нас вы можете посмотреть бесплатно SI PERMANECES CALMADO... TODO LLEGA A TI: 10 ENSEÑANZAS BUDISTAS PARA QUE TODO LLEGUE HACIA TI или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
Если кнопки скачивания не
загрузились
НАЖМИТЕ ЗДЕСЬ или обновите страницу
Если возникают проблемы со скачиванием видео, пожалуйста напишите в поддержку по адресу внизу
страницы.
Спасибо за использование сервиса ClipSaver.ru
En un mundo que constantemente nos empuja a correr, reagir y controlar, la calma parece un lujo inalcanzable. Sin embargo, en la sabiduría budista, se nos enseña que la verdadera fuerza reside en la serenidad interior. Cuando permanecemos en silencio, sin forzar, sin resistir, la vida comienza a fluir de forma natural hacia nosotros. Este vídeo te mostrará cómo cultivar esa calma profunda a través de 10 enseñanzas budistas. Antes de empezar, dale like al vídeo y suscríbete al canal para no perderte nada. Enseñanza 1: La calma abre caminos. En medio del caos, la mente agitada solo ve obstáculos. Todo parece urgente, todo parece grave. Pero el budismo enseña que cuando cultivas la calma, el mundo se ordena. No porque cambie lo externo, sino porque cambia tu forma de mirar. La serenidad es una puerta que abre caminos antes invisibles. Cuando estás en paz, ves más claro. No reaccionas por impulso, no te dejas llevar por la emoción del momento. La calma te permite respirar antes de actuar. Y en esa pausa, aparece la sabiduría. Una mente tranquila tiene más espacio para elegir con claridad. La serenidad no se trata de pasividad. Es una fuerza silenciosa. No grita, no lucha, no se impone. Pero desde ella nacen las mejores decisiones. Porque cuando estás calmado, tu juicio es más justo, tus palabras son más suaves y tus acciones más conscientes. El budismo no propone que huyas del mundo, sino que lo enfrentes con otra actitud. La calma no es aislamiento, es presencia profunda. Estás ahí, completamente despierto, pero no arrastrado por las corrientes mentales. Y esa estabilidad cambia tu entorno. Una mente en calma ve soluciones donde antes solo veía problemas. Descubre opciones donde antes había confusión. Porque el ruido interior es como barro en el agua: no te deja ver el fondo. Pero si esperas, si respiras, si te aquietas… todo se aclara. La calma no siempre llega sola. Hay que cultivarla. Con respiración, con silencio, con observación. Día tras día, instante tras instante. No para convertirte en alguien perfecto, sino para recuperar tu centro. Tu equilibrio natural. Cuando actúas desde la agitación, sueles arrepentirte. Dices cosas que no querías decir, haces cosas que no reflejan quién eres. Pero si te detienes, si respiras antes de responder, todo cambia. El budismo enseña que esa pausa es poder. La serenidad también protege tu energía. En lugar de reaccionar a todo, eliges dónde poner tu atención. No todo merece una respuesta inmediata. No todo merece tu paz. La calma te da discernimiento. Y ese discernimiento te libera. No es necesario que todo esté perfecto para estar tranquilo. Al contrario: la verdadera calma se cultiva en medio del movimiento, del ruido, de lo incierto. Es ahí donde la práctica se vuelve real. Donde la serenidad se vuelve transformación. En la calma descubres tu verdadera fuerza. No necesitas imponerte, ni convencer, ni competir. Solo estar presente. Escuchar. Sentir. Actuar desde un lugar más profundo, más firme, más conectado con lo que realmente importa. El budismo enseña que una mente tranquila es como un lago en calma: refleja la realidad sin distorsión. Puedes ver mejor, comprender mejor, elegir mejor. Y eso no solo te beneficia a ti, sino también a los que te rodean. La calma contagia. Cuando estás sereno, ayudas a otros a serenarse. Eres una presencia que alivia, que equilibra, que acompaña sin imponer. No necesitas decir mucho. Tu sola energía transmite algo diferente, algo sanador. En momentos de crisis, quien mantiene la calma se convierte en guía. No porque tenga todas las respuestas, sino porque puede ver más allá del miedo. Porque confía. Porque no se deja arrastrar. Y esa confianza es luz para los demás. No se trata de no sentir. Se trata de no dejar que la emoción te controle. Puedes estar triste, frustrado, cansado… y aun así mantener una base de calma interior. Esa es la práctica. Esa es la sabiduría que el budismo ofrece. Y cuando descubres que la calma te abre puertas que antes no veías, ya no la tomas como algo opcional. La cultivas cada día como una necesidad. Como un camino hacia la libertad. Porque una mente serena no solo ve mejor: también vive mejor. #budismo #enseñanzasbudistas #sabiduríabudista