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SIN MARCHA ATRÁS: LAS MAFIAS INTRODUCEN EL FENTANILO EN ESPAÑA

Las cárceles españolas enfrentan múltiples problemas estructurales y sociales que se han agravado en los últimos años, y la irrupción del fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, añade una nueva capa de complejidad a esta crisis. Entre los principales problemas de las prisiones españolas se encuentran el hacinamiento, la falta de personal, las condiciones precarias de las instalaciones y la insuficiencia de programas de rehabilitación. Muchas cárceles operan por encima de su capacidad, lo que genera tensiones entre los internos, dificulta la supervisión y limita el acceso a servicios básicos como atención médica o psicológica. La población penitenciaria, que incluye un alto porcentaje de personas con problemas de adicciones, se ve particularmente afectada por estas condiciones. El fentanilo, aunque no ha alcanzado en España los niveles de epidemia observados en países como Estados Unidos, comienza a ser una preocupación creciente en el sistema penitenciario. Este opioide, hasta 100 veces más potente que la morfina, se introduce en las cárceles a través de redes de contrabando, a menudo mezclado con otras drogas como la heroína, lo que aumenta el riesgo de sobredosis mortales. La dificultad para detectar el fentanilo, debido a su presentación en pequeñas cantidades y su mezcla con otras sustancias, complica los esfuerzos de los funcionarios penitenciarios para controlar su distribución. Además, la falta de formación específica del personal para identificar y tratar intoxicaciones por fentanilo agrava el problema. La atención sanitaria en las cárceles españolas es otro punto crítico. Los servicios médicos suelen ser insuficientes, con pocos profesionales disponibles y recursos limitados para tratar adicciones o emergencias por sobredosis. Los programas de tratamiento de drogodependencias son escasos y, en muchos casos, no están adaptados para abordar sustancias tan potentes como el fentanilo. Esto deja a los internos con adicciones en una situación de vulnerabilidad extrema, sin acceso a terapias efectivas o a medicamentos como la naloxona, un antídoto clave para revertir sobredosis de opioides. Por otro lado, la reincidencia es un problema persistente, alimentado por la falta de reinserción social efectiva. Muchos internos con problemas de adicción, incluidos los que consumen fentanilo, salen de prisión sin haber recibido un tratamiento adecuado, lo que los lleva a recaer en el consumo o en actividades delictivas. La estigmatización de los presos y la falta de apoyo postpenitenciario dificultan su integración en la sociedad, perpetuando un ciclo de marginalidad. El control del tráfico de drogas dentro de las cárceles también es deficiente. Las medidas de seguridad, como registros y controles, no siempre son efectivas debido a la falta de personal y tecnología avanzada. El fentanilo, al ser una sustancia que requiere dosis mínimas para generar efectos, es particularmente fácil de introducir y distribuir en pequeñas cantidades, lo que lo convierte en un desafío para las autoridades penitenciarias. En resumen, las cárceles españolas enfrentan una crisis multifacética que combina hacinamiento, falta de recursos y una creciente amenaza por el uso de fentanilo. La solución requiere una inversión significativa en infraestructura, personal, formación y programas de rehabilitación, así como medidas específicas para prevenir la entrada de opioides y tratar a los internos afectados. Sin un enfoque integral, el sistema penitenciario seguirá siendo un caldo de cultivo para problemas sociales y de salud pública. Enlace a mi nuevo canal vídeo blog “MANUAL”:    / @jfcaleromanual   Mis Aparatos y equipos imprescindibles para trabajar y vivir: https://www.amazon.es/shop/juanfranci... Apóyame para hacer más y mejores vídeos en PATREON. Sé mi mentor:   / jfcalero   Sígueme en INSTAGRAM, TWITTER o AMBAS, súperfácil: @jfcalero No te vayas a la cama sin saber algo más, o al menos sin saber algo nuevo. Si lo hiciste, misión cumplida, gracias por acompañarme. #calerocascaron #cascarondenuez #calero