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¿Tu planta tiene hojas amarillas?

Descubre qué la está afectando y cómo solucionarlo. Si notas que las hojas de tu planta están poniéndose amarillas, ¡no entres en pánico! Es una forma en la que la planta te está diciendo que algo no está bien. Aquí te cuento las causas más comunes y qué hacer. 1. Riego incorrecto Exceso de agua: Las raíces se asfixian y no pueden absorber nutrientes. Falta de agua: Las hojas se secan y amarillean desde las puntas. Solución: Toca la tierra antes de regar. Si está húmeda, espera. Si está seca varios centímetros abajo, es hora de regar. 2. Falta o exceso de luz Muy poca luz = hojas débiles y amarillas. Mucha luz directa = quemaduras en las hojas. Solución: Coloca tu planta donde reciba luz filtrada o indirecta, según su especie. Observa si mejora. 3. Maceta sin buen drenaje El agua se acumula, las raíces se pudren y las hojas se ponen amarillas. Solución: Asegúrate de que tu maceta tenga agujeros. Si no, cambia de maceta o agrega una capa de piedras en el fondo. 4. Deficiencia de nutrientes Falta de nitrógeno o hierro puede causar hojas amarillas, especialmente en plantas en macetas. Solución: Aplica fertilizante balanceado o específico para la especie. Siempre sigue las instrucciones. 5. Plagas invisibles Ácaros, pulgones o cochinillas pueden debilitar la planta y provocar el amarilleo. Solución: Revisa el envés de las hojas. Si ves puntos blancos, telarañas o insectos, usa jabón potásico o aceite de neem. 6. Estrés por cambios de ambiente ¿La acabas de mudar de lugar o trasplantar? Las hojas amarillas pueden ser una respuesta al cambio. Solución: Dale tiempo. Evita moverla nuevamente y mantén condiciones estables. Conclusión: Las hojas amarillas no son el fin del mundo, ¡son una señal! Observa, ajusta y dale los cuidados que necesita. ¿Quieres aprender a cuidar tus plantas como un experto y evitar estos errores? Apúntate al curso online de Jardinería Vertical, Cuadros Vivos y Huerto Orgánico.