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#LUGARESSANTOS #CATOLICO #CXM https://www.patreon.com/MisionandoCat... Donaciones / misionandocatolicotv https://www.paypal.com/paypalme/misio... Redes Sociales / predicadorecatolico / cabamau / maucaballero28 WEB-https://www.seminariocorpuschristi.org UBICACION GOOGLE---https://goo.gl/maps/Xpd98H6qeNgZsNkm9 Historia San Juan de Ribera y el Real Colegio Seminario de Corpus Christi La creación del Colegio-Seminario de Corpus Christi está directamente relacionada con el gran esfuerzo de renovación y reforma de la Iglesia Católica impulsado por la celebración del importantísimo Concilio de Trento. Esta necesaria reforma era una aspiración secular de maestros espirituales, eclesiásticos y pueblo fiel, ardientemente deseada y reclamada imperiosamente por el Concilio de Constanza, que logró poner fin al triste Cisma de la Iglesia Occidental. El rechazo de su puesta en marcha provocó el desánimo general y las críticas de muchos sectores que culminaron con la imposición violenta de las ideas reformista de Martín Lutero y el nuevo doloroso cisma protestante. El Concilio de Trento proporcionó por fin las bases para una reforma legítima y universal que se encargaron de llevar adelante personas de gran talla humana y santidad como el Papa Pío V, Ignacio de Loyola, Felipe Neri, Teresa de Jesús y muchos más entre los que destacan prelados como Francisco de Sales, Carlos Borromeo, Tomás de Villanueva y Juan de Ribera. Como podría esperarse de su sólida formación académica, alcanzada en Salamanca, este seminario fue ante todo un Colegio Mayor, levantado al lado mismo de la Universidad de Valencia, donde sus colegiales aprendían filosofía y la teología, pero también y al mismo tiempo, un edificio que desde su mismo sistema constructivo estaba eficazmente dirigido a conformar la sensibilidad y la piedad de los que lo habitaban. La construcción se divide en dos partes, pues las dependencias principales se distribuyen en torno a un claustro, magnífico por sus proporciones equilibradas y austera armonía, mientras que las áreas de servicio, con el elegante refectorio, se agrupan alrededor de un patio alegre y soleado en la parte posterior. El claustro contratado con Guillem del Rey en 1599 está compuesto fundamentalmente con un gran lote de columnas de mármol de orden toscano, traídas de Génova para la Duquesa de Pastrana, a quien se las compró el santo fundador. Instaladas formando dos galerías de arcos de medio punto, cubiertas por bóvedas de aristas, configuran un espacio único, a la vez solemne e íntimo que, además de servir de espléndido marco a las procesiones, determina la peculiar atmósfera de sobria elegancia y luminosa serenidad del Colegio. La arquitectura ofrece novedades, como la articulación a base de pilastras con capiteles corintios y cornisas clásicas aunque mantiene el sistema de cubrición a base de nervaturas de tradición gótica, pero sorprende sobre todo con las construcción de la cúpula en la intersección de los brazos del crucero que servirá de modelos de muchas posteriores. Elevada sobre un alto tambor representa exteriormente el poder de Dios y evoca la montaña de Sinaí, pero interiormente la bóveda celeste suspendida sobre la iglesia que proporciona a través de las ventanas del tambor y la esbelta linterna la radiante iluminación del santuario donde se desarrolla la liturgia divina. La Capilla Mayor, de acuerdo con las recomendaciones del Concilio de hace bien visible y acercar a los fieles la celebración de la misa, sobreeleva el altar y traslada el acostumbrado coro de las parroquiales a los pies del templo, en un ámbito elevado que hasta entonces sólo era usual en las iglesias conventuales. Finalmente, las cinco capillas, la mayor y las cuatro laterales, son una refutación visual de las cinco críticas más importantes presentadas por el protestantismo: la negación de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, afirmada y exaltada en la Capilla Mayor; el rechazo del culto especial tributado a María, afirmado en la Capilla principal del lado del Evangelio; la negación del culto a los Santos y Ángeles, afirmado en la capilla frontera, dedicada a todos los Santos presididos por la Trinidad y en cuyo retablo, antes dedicado al Ángel Custodio de Valencia, hoy reposan los restos de San Juan de Ribera; el desprecio a las reliquias sagradas refutado en la Capilla de San Vicente, que conserva su reliquia que el fundador hizo traer desde Vannes y en cuyos muros se refleja la imponente procesión con que se conmemoró su llegada a Valencia y por último la negación del Purgatorio y del valor de los sufragios refutada en la capilla frontera en la que desde hace años se colocó también el tabernáculo eucarístico.