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Inteligencia Artificial: ¿Solución o riesgo para la soledad juvenil?

El psicólogo Alberto Sánchez analiza en profundidad el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la salud mental juvenil Fuente: David Cánovas / Totana.com En una entrevista en Totana Radio, también disponible en vídeo en Totana.com, el psicólogo Alberto Sánchez analizó el creciente uso de la inteligencia artificial (IA) como herramienta de apoyo emocional entre los jóvenes, un fenómeno ligado al preocupante aumento de la soledad en España. Según el barómetro de la soledad no deseada de la Fundación ONCE y AXA, una de cada cinco personas se sintió sola el año pasado, un dato que se dispara al 34,6% entre los jóvenes, es decir, más de uno de cada tres. Además, dos de cada tres personas que experimentan soledad la padecen desde hace más de un año, lo que indica una tendencia crónica. Sánchez advirtió que el mayor uso de tecnología, que reduce las interacciones humanas de calidad, podría agravar estas cifras. La IA, descrita por Sánchez como un programa que simula una conversación humana con vasto conocimiento, similar a "Google con capacidad de diálogo", es atractiva para los jóvenes por ser un "ambiente seguro" donde pueden expresarse sin consecuencias. Estas aplicaciones permiten personalizar personajes ficticios (de videojuegos, series, o incluso psicólogos virtuales), lo que resulta "divertido y estimulante". La IA se adapta al usuario, aprendiendo de sus interacciones, lo que la hace aún más atractiva. Además, puede ser útil en momentos de crisis, como identificar un ataque de ansiedad o guiar a alguien hacia ayuda profesional, actuando como un puente hacia la terapia. Sin embargo, Sánchez alertó sobre los riesgos psicológicos. Aunque la IA ofrece compañía constante, no alivia la soledad, sino que puede acentuarla. Al ser una interacción ficticia, distorsiona la realidad de las relaciones humanas, que requieren esfuerzo y práctica. El uso excesivo puede generar miedo o inseguridad al enfrentarse al mundo real, ya que las habilidades sociales se debilitan sin interacción humana. Además, la IA puede crear adicción: al proporcionar un "refuerzo positivo" (como sentirse escuchado, lo que genera dopamina), engancha, especialmente a personas vulnerables. Sánchez citó un caso trágico en Estados Unidos, donde un joven, emocionalmente ligado a un personaje de IA, se suicidó tras malinterpretar sus palabras, evidenciando los peligros de estas conexiones. Otro problema es la privacidad. Las aplicaciones gratuitas de IA recopilan datos personales para fines comerciales, vulnerando la intimidad del usuario. A diferencia de un psicólogo, que sigue un código deontológico, la IA puede incluso usar la información contra el usuario, como en interacciones que ridiculizan o critican basándose en datos previos si se le pide. Sánchez enfatizó que la IA no sustituye a un psicólogo. El "vínculo terapéutico" y el "calor humano" son insustituibles, y los psicólogos ofrecen herramientas prácticas, como enseñar técnicas de respiración o modelar habilidades sociales, que la IA no puede replicar. Respecto a la regulación, lamentó que "llevamos tarde". La carrera global por liderar el desarrollo de la IA ha relegado la regulación, y la comunidad psicológica no ha sido suficientemente consultada, a pesar de su rol en diseñar aspectos empáticos de la IA. Sánchez abogó por una regulación mundial que involucre a los psicólogos para mitigar los riesgos. A los jóvenes, Sánchez les recomendó usar la IA con consciencia, sin reemplazar las relaciones humanas, que son un pilar del bienestar junto con la alimentación, el ejercicio y el sueño. A los padres, les instó a dialogar con sus hijos sobre el uso de la IA, no para prohibirla, sino para entender sus motivaciones. Propuso buscar actividades sociales, como el Espacio Joven de Totana, gestionado por la asociación El Candil, donde los jóvenes pueden socializar jugando al ping-pong o participando en talleres. Criticó la falta de opciones de ocio en España más allá de discotecas y alcohol, abogando por espacios que fomenten la conexión humana. Sánchez, quien colabora con El Candil y lidera FLEXIPSICO, un proyecto que ofrece terapia psicológica accesible con bonos económicos, está disponible en Totana y Alhama. Puede contactarse a través de Google, Instagram, Facebook o su web flexipsico.com. La IA es una herramienta poderosa con beneficios, pero su uso excesivo puede agravar la soledad y requiere un uso responsable y una regulación urgente que priorice el bienestar mental, recordó Sánchez.