SANIDAD INTERIOR: VENCE LA RAÍZ DE AMARGURA DONALD FRANZ | PRÉDICAS CRISTIANAS скачать в хорошем качестве

SANIDAD INTERIOR: VENCE LA RAÍZ DE AMARGURA DONALD FRANZ | PRÉDICAS CRISTIANAS

Donald Franz enseña cómo vencer la amargura y el resentimiento, y cómo el perdón abre el camino a la presencia y la bendición de Dios. La serie La Gracia del Perdón, expuesta por mi amigo Sixto Porras, ofrece 6 capítulos que te guiarán a identificar las heridas que bloquean tu vida y a encontrar la libertad que solo el perdón puede traer. Con enseñanzas bíblicas claras y testimonios poderosos, este recurso te ayudará a sanar relaciones y a vivir en paz con Dios y con los demás. Hazte miembro para ver la serie La Gracia del Perdón:    / @enfoquealafamiliaoficial   Si ya eres miembro, mira la serie completa aquí:    • La necesidad del perdón. | Sesión #1. | Cu...   Suscríbete a mi canal haciendo click:    / @donaldfranz   ¿Deseas ser un patrocinador de este canal y permitirnos seguir ayudando a muchas familias con estos mensajes? Te invitamos a ingresar aquí:    / @donaldfranz   Conectémonos por FACEBOOK: https://linktw.in/jJbAgH INSTAGRAM:   / donaldfranz.oficial   RESUMEN DEL PODCAST ¿Qué cosas pueden cerrar el cielo sobre tu vida? Donald Franz explica que el pecado y la amargura son dos grandes obstáculos para experimentar la presencia de Dios. En esta prédica, muestra cómo la amargura contamina relaciones familiares, matrimoniales y de iglesia, impidiendo que la gracia fluya. A la luz de Hebreos 12:14–15, enseña que un corazón herido no solo se amarga a sí mismo, sino que envenena a quienes lo rodean. Describe síntomas típicos (queja constante, crítica, envidia, victimismo) y advierte que alimentar el rencor termina arruinando el futuro. Con ejemplos bíblicos, incluida la historia de José, subraya que perdonar no es opcional: es el camino para restaurar la libertad interior y abrir la puerta a la promoción de Dios. El mensaje cierra con una invitación a soltar el pasado, pedir perdón y buscar la unidad, porque donde hay armonía, allí el Señor envía bendición y vida eterna (Salmo 133).