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AROCHE (YACIMIENTO ROMANO DE TURÓBRIGA) - HUELVA

El pasado 7 de noviembre decidimos coger las mochilas y visitar la Sierra de Huelva. Teníamos noticias que en el pasado mes de septiembre se habían realizado trabajos arqueológicos en la ciudad hispanorromana de Arucci-Turóbriga (junto a la Ermita de San Mamés), trabajos dirigidos por Juan Manuel Campos y su equipo de investigadores de “Urbanitas. Arqueología y Patrimonio” de la Universidad de Huelva. En las imágenes del vuelo se puede apreciar el estado actual de tal yacimiento arqueológico tras finalizar las excavaciones. A 2,5 kilómetros de la localidad de Aroche, en los Llanos de la Belleza o Llanos de San Mamés, en una fértil llanura a orillas del río Chanza, en pleno Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se encuentra la ciudad hispanorromana de Arucci-Turóbriga. Arucci-Turóbriga es una de las ciudades hispanorromanas, de las que tenemos conocimiento, situadas en la provincia de Huelva, junto a Onuba (Huelva), Ilipla (Niebla), Iptucci (Tejada la Nueva, cerca de Escacena del Campo) y Ostur (cerca de Villalba del Alcor y Manzanilla). En tiempos de Augusto, tras finalizar las guerras civiles con Pompeyo y por ende la finalización de la República, y una vez pacificada la zona y organizando las políticas territoriales y administrativas, se funda la ciudad de Arucci-Turóbriga, que mantiene el nombre céltico. En la nueva ciudad se asentaron tanto grupos dispersos del entorno, llamados celtii (por obligación), como colonos latinos e hispanos procedentes de distintos puntos de la península, pertenecientes a las familias más importantes de la zona: Baebii, Plotii, Sertorii, Viví, que estaban llamados a ser los encargados de gestionar la recién fundada ciudad. La ciudad crece rápidamente durante el siglo I d.C. En la etapa de Calígula y Claudio (dinastía Julio-Claudia) se lleva a cabo la construcción del Foro, con plaza porticada, donde se realizan las funciones administrativas, judiciales y religiosas. Ubicado en la zona más elevada del yacimiento, dentro del área público-monumental, es el elemento más destacable de la ciudad y el que más se ha excavado e interpretado. En él se encuentra un gran templo, dedicado a Apolo y Diana, y la basílica, que se ubica bajo la actual Ermita de San Mamés, que aprovechó su estructura para su construcción. Las termas y el Campo de Marte se construyeron en época Flavia, monumentales edificios públicos realizados en momentos de gran actividad constructiva. Todo apunta a que las termas eran de grandes dimensiones. Se puede apreciar una de las piscinas de este conjunto termal. El Campo de Marte tiene una estructura cuadrangular de 60 por 65 metros (3.900 metros cuadrados). Situado extramuros de la ciudad, estaba destinado a la práctica de actividades deportivas, gimnásticas, luchas de gladiadores, celebración de los comitia, etc. Es probable que en este recinto se rindiese culto a Marte. En dirección norte se desarrolla el área doméstico-residencial, de la que se tienen constatadas en mayor o menor medida hasta tres domus. Toda esta área constituía la zona intra moenia de la ciudad, delimitada por un perímetro de muralla bien constatado al Norte, Sureste y Suroeste, estando menos conocido al Sur. Dicha muralla contaba al menos con dos puertas, una en la zona Sur, próxima al Foro, y otra en la zona Norte, junto a la denominada Casa Norte. Al igual que el Campo de Marte, también extramuros, se encontraban las necrópolis (ambos en la suburbia). A mediados del siglo III d.C. la ciudad comenzará a decaer, siendo paulatinamente abandonada, en el contexto general de la crisis urbana que se produce en todo el Imperio, y servirá de cantera para la construcción de numerosas villas rústicas en las inmediaciones de la ciudad (documentadas), además de la construcción del Castillo de Aroche y la Ermita de San Mamés. En 1996 comenzaron las excavaciones de este yacimiento como apoyo a la restauración de la Ermita de San Mamés. La última ha tenido lugar en septiembre de 2016, cuyo objetivo fue sacar a la luz una gran vivienda romana completa. Dicha vivienda se conoce como “la casa de la columna”, de grandes dimensiones. Esperemos que en breve podramos conocer detalles de esta última excavación. En el Museo Arqueológico de Aroche, ubicado en el Convento de la Cilla, se exponen las piezas arqueológicas documentadas durante las distintas excavaciones. Ángel y José fueron los copilotos expertos, en volar y en el paisanaje de la Sierra de Huelva. La jornada fue intensa, comenzamos en las Cabañas de Cumbres de San Bartolomé para terminar en otra población de la Onuba histórica, Tharsis.