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Probando carne de perro | Gastronomía Vietnamita

Desde antes que comenzara mi viaje por el sudeste asiático, sabia que me encontraría con mucha comida exótica. Frutas, verduras, animales, bichos y mucho picante. Tenia anotado en mi agenda que comer en cada lugar, sin miedo a probar lo que sea. Recuerdo que en Myanmar había comenzado con ese desafió y había probado gusanos y saltamontes, pero había un animal en especial que me llamaba la atención y al mismo tiempo. Resulta que en Vietnam era tradición comer carne de perro al final de mes o de año en señal de fortuna y de buena suerte. Luego en tiempos de guerra, cuando la pobreza se hizo mas notoria y no había que comer, comenzaron a alimentarse con ratas, sapos y con perros. Ese habito se convirtió en plato tradicional, en especial en la zona del norte donde el frio es mas fuerte. No todos los vietnamitas comen perro, pero si la mitad come o probo alguna vez. Estadísticamente hablando, el país consume un promedio de 5 millones de perros al año. Es un animal que aporta muchas proteínas y dicen que su carne de deliciosa. Entonces me encontraba allí, frente al cadáver cocinado de varios perros. Mi estomago se había cerrado y mi cabeza no sabia que pensar. Soy amante de los animales, pero a su vez soy carnívoro. Como vaca, chancho y gallina habitualmente y si me preguntan, el perro es un animal. Nosotros adoptamos al perro como animal domestico y nos olvidamos del resto. Pero así como criticamos la idea de que comer carne de perro esta mal, que queda para los otros animales que consumimos día a día. Sabia que no era algo que comería todos los días, tan solo quería probarlo. Al llegar al mercado donde unos locales me habían dicho que habría perros, me encontré con tres puestos con varios cuerpos de perro ya cocinados. Vi el cuerpo, pero mas que nada me concentre en la cabeza y el rostro quemado del animal. Los comerciantes no se pusieron amigables cuando comencé a sacar fotos y a documentar el hecho, sino que el primer puesto me trato de forma muy denigrante. Pague unos dos dólares por unos trozos de carne y de algo que parecía una morcilla (sangre coagulada) de perro y me aleje a un lugar mas tranquilo. Estaba en shock, pero era hora. Tome el primer pedazo y comencé a masticar. Sabia a vaca, mas que nada a la lengua de la vaca. La morcilla era demasiado salada. Comí unos pedacitos y nada mas, ya que de cierta forma tenia la imagen del perro cocinado en mi cabeza. Dentro de todo, estaba comiendo un animal y nada mas. #BitacoradeunViajero #AndresSchwarcbonn #Vietnam