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PRENSA PERUANA NO SE CALLA Y REVELA LO QUE LE HICIERON A MISS PERU

PRENSA PERUANA NO SE CALLA Y REVELA LO QUE LE HICIERON A MISS PERU La participación de Karla Bacigalupo en Miss Universo 2025 no solo dejó preguntas sobre su temprana eliminación, sino también una profunda preocupación por las condiciones en las que fue preparada la representante peruana. Esta vez, no se trata de rumores en redes sociales, sino de una revelación directa hecha por la ex Miss Perú Marina Mora, quien expuso una realidad que ha conmovido al país: Karla habría sufrido un fuerte desgaste emocional y malos tratos durante su proceso de preparación. Según Mora, Bacigalupo llegó al certamen internacional emocionalmente agotada, luego de enfrentar constantes presiones y falta de contención por parte de su equipo de trabajo. “Por ahí me han contado que sus preparadores la hacían llorar mucho antes de ir al Universo… y que ella fue desgastada emocionalmente”, declaró en televisión nacional. Presión, lágrimas y falta de acompañamiento Marina Mora fue contundente al señalar que el principal error estuvo en la conformación del equipo que rodeó a Karla: personas sin la capacidad técnica ni emocional para acompañar a una candidata sometida a un nivel extremo de exigencia. En un certamen del calibre de Miss Universo, la preparación no solo debe ser física y estética, sino también psicológica. Sin embargo, en el caso de Karla, todo indica que esta parte esencial fue descuidada, provocando que llegara al escenario no solo debilitada, sino emocionalmente vulnerable. El vestuario también fue parte del problema Las críticas se multiplicaron tras la etapa preliminar, donde especialistas y usuarios coincidieron en que los atuendos de Miss Perú no estuvieron a la altura del certamen. El experto en belleza Jens Castro fue claro: “No están criticando a Karla, porque ella es hermosa y angelical. Están destruyendo a la organización por el nivel del vestuario”. Comentarios como “ropa simple”, “sin impacto”, “carente de elegancia” y “falta de ambición estética” dominaron las redes, evidenciando que la imagen de Karla no reflejaba su verdadero potencial. Ni el traje típico ni el vestido de gala lograron proyectar el nivel que se esperaba de una candidata considerada por muchos como una de las bellezas más finas y delicadas del certamen. El silencio que más dolió: la ausencia de apoyo mediático Pero quizás el golpe más duro fue otro: Karla Bacigalupo compitió prácticamente sola. Mientras otros países volcaron su respaldo a través de grandes cadenas televisivas transmitiendo la final en vivo, Perú fue el único país latino importante donde ninguna señal compró los derechos del concurso. Ningún canal acompañó su camino. Ninguna cobertura masiva. Ningún respaldo institucional visible. Pese a todo, Karla mantuvo una actitud correcta, madura y profesional hasta el final. Siempre sonriente, respetuosa y elegante. Su belleza natural, su carisma y su templanza conquistaron al público internacional, incluso siendo eliminada en primera ronda. Muchos coinciden hoy en que su salida prematura no refleja su verdadero nivel, sino una cadena de errores estructurales que terminaron afectando su desempeño. Hoy, las redes se han convertido en un espacio de abrazo colectivo. Cientos de mensajes de apoyo, cariño y reconocimiento buscan reparar el daño emocional que esta experiencia pudo haber dejado. Porque más allá de los títulos, Karla Bacigalupo demostró valentía, dignidad y fortaleza en uno de los escenarios más exigentes del mundo.