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ENGROSAMIENTO de MIEMBRO con MALLA

Somos especialistas en cirugía de cambio de sexo y cirugía de alargamiento y engrosamiento de pene. Puedes encontrar toda la información en www.clinicanef.com contactarnos en el +34674650220 o en [email protected] ¿Mallas para engrosar el pene? Riesgos, complicaciones y por qué evitarlas El deseo de mejorar el tamaño del pene ha llevado a la creación de múltiples técnicas quirúrgicas a lo largo del tiempo, algunas más seguras y efectivas que otras. Entre las opciones más controvertidas se encuentra el uso de mallas o prótesis sintéticas como método para engrosar el pene. Aunque pueda parecer una solución sencilla, los riesgos y complicaciones asociados superan ampliamente los posibles beneficios. ¿En qué consiste el uso de mallas para engrosamiento peneano? Se trata de implantar una malla quirúrgica —similar a las que se utilizan en hernias o cirugía plástica— en la cara dorsal o lateral del pene, debajo de la piel, con el objetivo de aumentar su grosor aparente. El problema es que el pene no es un órgano estático. Está diseñado para cambiar de forma y tamaño, pasar de flácido a erecto, y mantener una sensibilidad delicada. Cualquier material extraño que se introduzca en esa zona puede interferir gravemente en su funcionamiento natural. Complicaciones más comunes del uso de mallas en el pene Retracciones y fibrosis Las mallas pueden producir cicatrización excesiva, lo que se traduce en retracciones (encogimiento del tejido) y deformidades. El pene puede acortarse o verse curvado de forma anormal, generando incluso dolor. Problemas de erección Una de las consecuencias más graves es la disfunción eréctil. Las mallas pueden comprimir los cuerpos cavernosos, interferir en el llenado de sangre o afectar la elasticidad natural necesaria para una erección normal. Pérdida de sensibilidad El contacto prolongado del tejido con un material sintético puede afectar terminaciones nerviosas, reduciendo la sensibilidad, lo que repercute negativamente en la calidad de las relaciones sexuales. Infecciones y rechazo Al ser un cuerpo extraño, existe riesgo de infección local, especialmente si la malla se mueve, se expone o se encapsula mal. En algunos casos, es necesario retirarla quirúrgicamente, lo que deja cicatrices severas. Cicatrices visibles y deformidad estética La rigidez y forma de la malla puede generar una apariencia antinatural, irregularidades en la superficie del pene y cicatrices externas o internas. ¿Por qué se siguen usando en algunos lugares? A pesar de los riesgos, algunos profesionales poco especializados siguen ofreciendo este tipo de implantes como una “solución rápida”. La falta de regulación en ciertas regiones, el desconocimiento de los pacientes y la presión estética en torno al tamaño del pene pueden llevar a decisiones impulsivas con graves consecuencias. La alternativa segura: injertos biológicos, no mallas Técnicas más modernas y seguras, como la técnica NEF (Natural Expansion Fascia), utilizan injertos biológicos propios del paciente —como fascia, grasa o dermis— que se integran mejor, no generan rechazo y mantienen la funcionalidad del pene sin comprometer la erección ni su sensibilidad. Conclusión El uso de mallas para engrosar el pene no es una técnica segura ni recomendada. Los riesgos a nivel funcional, estético y psicológico son altos y, en la mayoría de los casos, las complicaciones son difíciles de revertir. Si estás considerando una cirugía de aumento peneano, infórmate adecuadamente, busca profesionales especializados y apuesta siempre por métodos basados en injertos biológicos y evidencia científica, no por soluciones sintéticas que pueden poner en riesgo tu salud sexual. Gracias!