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Fiesta en Benizar. Pardicas de abajo y de arriba . Benizar (Moratalla, Murcia), 08-12-1992

Es bien conocido que, históricamente y hasta la llegada de los medios de comunicación globales, en los centros urbanos y lugares con fáciles accesos y comunicaciones, las modas y nuevos gustos se han introducido más rápidamente, sustituyendo a otros anteriores con cierta celeridad. Luego, esas modas se iban expandiendo por zonas más alejadas hasta llegar a puntos más o menos recónditos. Y refiriéndonos a las músicas de tradición oral, el proceso de sustitución de las músicas para baile suelto, generalizadas en el siglo XIX por toda España, por otras, como los bailes agarrados y luego una sucesión de nuevas modas, ha venido ocurriendo ya desde la segunda mitad de ese siglo, quedando el baile suelto al estilo hispánico poco a poco, y dependiendo de las circunstancias históricas, relegado a cada vez menos lugares. Como en otros pocos territorios, en el sureste español hubo comarcas donde el gusto por el baile suelto, como expresión festiva popular, se mantuvo (con altibajos) hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX. Es notable el caso de las serranías del interior noroccidental de la provincia de Murcia, lindantes con las vecinas provincias de Albacete o Granada. Allí se conservó, especialmente vivo, el uso festivo y de cortejo del baile suelto hasta casi los tiempos de la recuperación etnográfica generalizada que ocurrió en el último cuarto del siglo XX (referido al mundo de las cuadrillas de ánimas y su revitalización), de tal manera que en esos años finiseculares era posible asistir a festejos y encuentros de cuadrillas en los que participaban algunos ya veteranos bailaores y músicos que habían moceado en décadas anteriores con ritmos tradicionales, lo que se traducía en ambientes de baile suelto al estilo popular que en otros lugares de España habían desaparecido muchas décadas antes, siendo sustituidos, en el mejor de los casos, por escenificaciones teatralizadas de grupos estables dedicados a la representación folclórica. Una muestra de ese ambiente de baile suelto popular vivo la traemos a la Colección Colección Memorias de la Tradición    / antropologoclemente   con este baile celebrado durante las fiestas de Santa Bárbara en el pueblo de Benizar (Moratalla, Murcia, España), el martes 8 de diciembre de 1992. Allí se tocaron, cantaron y bailaron estas dos clases de pardicas (de abajo, o por Re, y de arriba, o por La; que son variedades de seguidillas de la zona). Mientras ejecutan los músicos, entre los que están poniendo su toque de guitarra, sus características voces con melisma y su golpeo rítmico de guitarra, Gregorio Sánchez Sánchez y Dionisio Navarro Cantón; con Antonio el Panadero, laúd; Lucas, requinto; Francisco Martínez, Paco el Cachorro, aro con sonajas;… bailan dos parejas mixtas tras realizar el ritual de cambio de posición los hombres, que tocan levemente el hombro de sus parejas de baile (costumbre que es muy antigua y que también hay en otros puntos). También bailan Salvador y Encarna, muy conocidos en la comarca. En los diferenciados movimientos de los bailaores se aprecia el tradicional aprendizaje sin maestro (hecho desde niños viendo el baile de los mayores), que proporciona una espontaneidad y soltura apreciables en función de la personalidad de cada cual, y también diferencias de género, como el hecho de que la mujer dirija el baile (“mande” en el baile, según la terminología popular), efectuando los pasos a su albedrío, y debiendo de seguirla el hombre, que por eso debe dirigir casi constantemente la mirada a los pies de ella, intentando anticipar sus movimientos para poder ejecutar al unísono la mudanza; o la distinta gesticulación corporal, más asentada y garbosa en el caso de las mujeres y más agitada en los hombres, que pueden levantar más los pies intentando un lucimiento visual que ya tienen ganado de por sí las mujeres con su porte elegante; o el braceo de los hombres, con frecuencia bajo frente al airoso de las mujeres, ya que tradicionalmente los brazos altos en los hombres eran criticados en muchos lugares al asociarse a la presunta falta de masculinidad. Estas características, generalizadas en el pasado, han cambiado con el tiempo y, unas décadas después, muchos ejecutantes del baile suelto, aunque sea siguiendo el estilo más popular y menos artístico, utilizan, por ejemplo, gestualidades de género más homogéneas y menos diferenciadas que antes, muestra, entre otras cosas, de los cambios en las percepciones sociales del papel de hombres y mujeres. Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez. Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general, con una clasificación: http://memoriasdelatradicion.blogspot... Correo electrónico de contacto: [email protected] Se ruega citar la procedencia y comunicar los posibles errores