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En la cuarta semana del famoso Big 12, la Universidad Estatal de Arizona (ASU) vivió un momento histórico que quedará grabado en la memoria de sus aficionados al igual que el nombre de Jesús Gómez. Con el marcador empatado a 24 puntos y el reloj expirando en el McLane Stadium, el pateador Jesús Gómez, originario de Puebla, México, ejecutó con precisión un gol de campo de 43 yardas que selló la victoria 27-24 de los Sun Devils sobre Baylor. El triunfo no solo significó el inicio con el pie derecho para ASU en su nueva conferencia, sino también la consolidación de Gómez como uno de los jugadores más determinantes del programa esta temporada. El mexicano firmó una actuación perfecta: 4 de 4 goles de campo, con intentos de 35, 21, 33 y 43 yardas, estableciendo un récord personal y convirtiéndose en uno de los pocos pateadores en el país con cuatro aciertos en un solo partido en el 2025. Su desempeño le valió ser nombrado Jugador de Equipos Especiales de la Semana del Big 12, reconocimiento que lo coloca como uno de los nombres más destacados del fútbol colegial en Estados Unidos. De Puebla a la NCAA A sus 22 años, Jesús Gómez es mucho más que un héroe circunstancial; ha sido una preparación de muchos años. “Yo nací en Puebla, viví toda mi vida en Puebla, estuve ahí hasta mis 16 o 17 años, que me fui a estudiar a Michigan. Yo empecé jugando soccer, estuve jugando soccer como 13 años y pensé que iba a hacer mi carrera como jugador profesional, pero llegó un punto donde al final no me gustaba, entonces decidí intentar algo nuevo", compartió Gómez. Su historia es la de un joven que encontró en el balón un camino distinto al que imaginaba en su niñez. "El fútbol americano es algo que está creciendo en México, y entonces lo intenté y ahí es donde me di cuenta de que era capaz de patear y así fue como pude llegar aquí a Estados Unidos”, relató. El trayecto no fue sencillo. Primero asistió a campamentos de pateadores, donde descubrió que podía competir con jóvenes estadounidenses en igualdad de condiciones. Su talento pronto fue notado y reclutado por Eastern Michigan, antes de dar el salto a Arizona State. En México también dejó huella vistiendo los colores de los Borregos del Tecnológico de Monterrey, etapa que recuerda con cariño: “Para mí fue increíble mi paso en los Borregos del Tec, en México, aún tengo amigos que están estudiando y son amigos de por vida”, confesó. El momento soñado Lo que ocurrió en Waco, Texas, no fue un accidente ni un golpe de suerte. Gómez asegura que el desenlace estaba en su mente desde días antes: “Yo la verdad, desde antes me imaginé que iba a pasar algo así, yo les dije a mis papás que yo creía que iba a tener que ganar el partido... todo es gracias a la preparación, todo lo que hago es en los días antes del partido, creo que eso es lo que me ha ayudado, solo debo confiar en lo que he hecho”, explicó sobre el gol de campo decisivo. Un futuro prometedor Con 9 aciertos en 10 intentos en lo que va de la temporada y un 100% de efectividad en puntos extra, Gómez se ha convertido en la solución a un viejo dolor de cabeza para ASU, que en el 2024 apenas logró concretar 11 de 20 goles de campo. Hoy, el mexicano no solo da estabilidad en los equipos especiales, sino que se erige como una figura en ascenso dentro del fútbol americano colegial y sueño es poder algún día llegar a la NFL. La patada de Waco no solo le dio la victoria a los Sun Devils, también marcó un precedente: fue el primer gol de campo ganador de un pateador de Arizona State como visitante en más de 60 años. El nombre del estudiante de último grado en la universidad, Jesús Gómez, es ya un nombre que resuena fuerte en la NCAA. Y desde Puebla hasta Arizona, su historia apenas comienza.