Fe en la Tormenta: Cuando Dios Guarda Silencio скачать в хорошем качестве

Fe en la Tormenta: Cuando Dios Guarda Silencio

Este mensaje, basado en Marcos 4:35-41, nos enseña que incluso en medio de las tormentas más intensas, Jesús sigue presente. Muchas veces el silencio de Dios no significa ausencia, sino una oportunidad para fortalecer nuestra fe y aprender a confiar cuando todo parece fuera de control. El Señor no prometió ausencia de tormentas, pero sí Su presencia en medio de ellas. A través de este pasaje, somos llamados a despertar nuestra fe, soltar el miedo y recordar que Jesús está en nuestra barca. Puntos Clave del Video: La tormenta revela el nivel de nuestra fe. El silencio de Jesús no es indiferencia, es enseñanza. La fe verdadera se mantiene firme incluso cuando no hay respuesta inmediata. Dios no siempre calma la tormenta primero; a veces calma nuestro corazón. Jesús tiene autoridad sobre el viento, el mar y toda circunstancia. El miedo paraliza, pero la fe nos impulsa a confiar. La prueba no define tu final, sino tu crecimiento espiritual. Momentos Destacados: (00:01:00) Jesús invita a cruzar al otro lado: el inicio de la prueba. (00:04:30) El mar se levanta y los discípulos entran en pánico. (00:07:20) “¿No tienes cuidado que perecemos?” — el grito del corazón humano. (00:10:00) Jesús se levanta y reprende al viento y al mar. (00:12:15) El asombro de los discípulos: “¿Quién es este que aun el viento y el mar le obedecen?” (00:15:00) Reflexión: cuando Dios calla, también está obrando. Versículos Clave: Marcos 4:39 – “Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.” Salmo 46:10 – “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.” Isaías 43:2 – “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo.” Mateo 8:26 – “¿Por qué teméis, hombres de poca fe?” Reflexiones Finales: Las tormentas no siempre llegan para destruirte; muchas veces vienen para revelar quién está contigo en la barca. Jesús no promete evitarte el proceso, pero sí garantizarte Su presencia. El silencio de Dios no es abandono, sino una oportunidad para aprender a confiar sin ver. Hoy, deja que tu fe hable más fuerte que tu miedo, y recuerda: mientras Jesús esté en tu barca, nunca se hundirá.